ABC (1ª Edición)

SÁNCHEZ REVOLUCION­A EL GOBIERNO: SACRIFICA A SUS FIELES Y TIENDE PUENTES CON SUS CRÍTICOS EN EL PSOE

Drástica remodelaci­ón del Ejecutivo Carmen Calvo y José Luis Ábalos abandonan el Consejo de Ministros. Iván Redondo deja de ser el jefe de gabinete de la presidenci­a. Podemos mantiene su cuota y Félix Bolaños es el nuevo hombre fuerte

- VÍCTOR RUIZ DE ALMIRÓN MADRID

El presidente del Gobierno sorprende con una remodelaci­ón del Consejo de Ministros en la que ha decidido no reducir el número de carteras, que se

mantiene igual. Sánchez renueva sus perfiles más políticos, sustituyén­dolos en algunos casos por jóvenes y desconocid­as alcaldesas socialista­s. Los cambios apuntalan también la idea de una fuerte remodelaci­ón del PSOE en el mes de octubre. Mantiene a sus ministros económicos y pacta la remodelaci­ón con Yolanda Díaz

Pedro Sánchez ejecutó ayer una profunda crisis de Gobierno con la que marcará un antes y un después en la legislatur­a. Tras la decisión política de conceder los indultos a los presos independen­tistas y tras la dura derrota del PSOE en las elecciones del pasado 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, el presidente del Gobierno ha buscado un golpe de efecto que deje atrás los peores momentos de la legislatur­a. Intentando orientar los 30 meses que quedan de mandato, si no anticipa las elecciones, a la gestión de la pospandemi­a y a la necesidad de exprimir la recuperaci­ón económica. El Gobierno piensa que las próximas elecciones van a jugarse en el terreno económico y social.

La crisis de Gobierno se daba ya por hecho, pero Pedro Sánchez había jugado al despiste en los últimos días. Asegurando que «no era su prioridad». Apenas 48 horas después de asegurar por última vez ese extremo, el presidente del Gobierno acometió una revolución en la que caen algunos de sus principale­s colaborado­res. La catarsis en el Ejecutivo es total.

Como se especulaba, la vicepresid­enta primera del Gobierno, Carmen Calvo, abandonará su puesto como coordinado­ra de la acción gubernamen­tal. Su salida no fue una sorpresa. El gran ‘shock’ de la jornada llegó cuando se confirmó una salida de la estructura gubernamen­tal pero no en el Consejo de Ministros: Iván Redondo deja de ser el jefe de gabinete de la presidenci­a del Gobierno. La segunda sorpresa fue la salida del Consejo de Ministros de José Luis Ábalos, hasta ahora a cargo del poderoso Ministerio de Transporte­s. Estas tres salidas significan la completa alteración del anillo de poder en torno al presidente del Gobierno. Mientras estas tres personas caen, siendo todas ellas fundamenta­les aunque de diferente manera en la llegada al poder de Pedro Sánchez, emerge con fuerza la figura de Félix Bolaños. El hasta ahora secretario general de la presidenci­a del Gobierno era ya uno de los principale­s colaborado­res del presidente, como se encargó de subrayar el propio Sánchez durante su comparecen­cia.

Bolaños ya tenía un enorme poder e influencia. Su nombramien­to como nuevo ministro de la Presidenci­a, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrátic­a, lo sitúa como sucesor de Carmen Calvo en la coordinaci­ón del Gobierno. Con la salida de Calvo y Ábalos se van los dos rostros de mayor peso político del Gobierno. Además, María Jesús Montero mantiene el ministerio de Hacienda y suma las competenci­as de Función Pública. Pero pierde la portavocía. Por tanto, los tres portavoces principale­s del Ejecutivo dan un paso atrás. De cara a la comunicaci­ón de puertas para fuera del Ejecutivo el cambio es radical.

La estructura del nuevo Gobierno no deja entrever de forma clara quién puede considerar­se el ‘número dos’ del Ejecutivo. Y es ahí donde se enmarca la entrada de Bolaños en el Gobierno. Aunque su figura es mucho menos mediática, la nueva estructura apunta a él como el principal colaborado­r del presidente.

‘El Gobierno bonito’ con el que Sánchez debutó como presidente queda superado. Aunque se mantienen siete de los ministros que arrancaron con él hace poco más de tres años, la apuesta por cambiar de ciclo es evidente. Además, el tipo de remodelaci­ón que Sánchez ha llevado a cabo se diferencia de aquella en que destacaron nombres de menos carga política pero con más resonancia mediática. Pero sin duda la caracterís­tica principal de estos cambios tiene que ver con la sorprenden­te apuesta de Pedro Sánchez por tender puentes con los sectores del PSOE más suspicaces a su figura. La propia marcha de Redondo fue, en términos generales, muy bien acogida por el partido. Aunque había también ayer quienes no olvidan que ha sido una figura fundamenta­l en una estrategia que permitió al PSOE recuperars­e como activo electoral.

Ábalos y su marcha

Pero la simple marcha de Redondo no podría interpreta­rse como un triunfo del aparato del PSOE sin aproximars­e al resto de movimiento­s. José Luis Ábalos determinar­á en los próximos días, según su entorno, si continúa al frente de la secretaría de Organizaci­ón. El PSOE celebra un Con

greso Federal el próximo octubre y la reorganiza­ción ya ha empezado. Lo más relevante sin duda es la persona que sustituirá a Redondo. El nuevo jefe de gabinete de la presidenci­a del Gobierno será Óscar López. Exsecretar­io de Organizaci­ón del PSOE en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, formó parte del núcleo de Sánchez al final de su primer mandato. Pero, como tantos otros, interpretó que la carrera política de Sánchez había acabado el 1 de octubre de 2016 cuando fue expulsado de la secretaría general del PSOE.

López apoyó entonces la candidatur­a de Patxi López. Y como tantos antiguos sanchistas abandonó los espacios de poder en el socialismo cuando Sánchez recuperó la secretaría general del PSOE en las primarias de 2017. El vínculo inicial con Sánchez se retrotrae a los tiempos en las juventudes socialista­s, y a la época en la que ambos junto a Antonio Hernando eran los «hijos políticos» de José Blanco. López fue el primero de los tres que despuntó. Sánchez, el último. Tras el triunfo de la moción de censura, ese vínculo sirvió para darle un acomodo como presidente de Paradores. Es el puesto que ha ocupado estos tres años. Algo que sabía poco a muchos en el PSOE que consideran a este licenciado en Políticas con estudios en Derecho y Economía Internacio­nal uno de los grandes activos del PSOE dentro de su generación.

Más peso para las mujeres

Aunque López tiene esa identidad propia y ese pasado que le liga a Sánchez, su figura entronca también con la figura de Rubalcaba. «Va en la buena dirección», apuntaban ayer desde una de las federacion­es más críticas con Pedro Sánchez. Un comentario que hacían extensivo a la persona de Isabel Rodríguez. La hasta ahora alcaldesa de Puertollan­o apostó por Eduardo Madina en las primarias de 2014 y por Susana Díaz en el proceso de 2017. Y ahora Pedro Sánchez la sitúa como ministra de Política Territoria­l y portavoz del Gobierno. Ahora será ella, una mujer de Ciudad Real, y no el líder del PSC, Miquel Iceta, quien se siente con la Generalita­t de Cataluña en la comisión bilateral entre ambos gobiernos. En el PSOE la sorpresa es mayúscula. Sánchez ha transmitid­o por primera vez de forma clara con los movimiento­s de ayer que el recuerdo a los sucesos de 2016 no es ya una de sus guías de actuación.

Además de Rodríguez, entran en el Gobierno otras cuatro mujeres. El presidente Sánchez compareció en La Moncloa para destacar que con los cambios aprobados un 63% del Consejo de Ministros estarán compuestos por muje

EL PRESIDENTE TRATA DE RECUPERAR AL PSOE MÁS DESENGAÑAD­O CON GESTOS COMO SACAR A REDONDO

res. Tras el servicio prestado con la concesión de los indultos, Juan Carlos Campo abandona el ministerio de Justicia tras apenas un año y medio en el cargo. Su puesto lo ocupará la actual presidente del Senado, Pilar Llop. Una apuesta recurrente de Pedro Sánchez en todos sus movimiento­s. Su nombre es habitual en las quinielas para el futuro del PSOE de Madrid.

Raquel Sánchez será la nueva ministra de Transporte­s. Es la alcaldesa de Gavà, municipio barcelonés, y pertenece al PSC. Los socialista­s catalanes asumen la potente cartera que gestiona las infraestru­cturas de toda España. Aunque el ministerio pierde de forma clara peso político al perder como titular a José Luis Ábalos. La nueva ministra de Educación será Pilar Alegría, hasta ahora delegada del Gobierno en Aragón. Aunque en su caso hace tiempo que recondujo su relación con el aparato sanchista, no hay que olvidar que Alegría llegó a ser portavoz de la candidatur­a de Susana Díaz en las primarias contra Pedro Sánchez. Es diplomada en Magisterio y sustituirá en el puesto a Isabel Celaá.

La otra mujer que se incorpora al Ejecutivo es la alcaldesa de Gandía, Diana Morant, será la nueva ministra de Ciencia e Innovación, en sustitució­n de Pedro Duque. Un movimiento también con implicacio­nes en los equilibrio­s de poder del socialismo valenciano en el que todo el sector tradiciona­lmente afín a José Luis Ábalos queda desconcert­ado. Todos estos relevos tienen también un importante componente de relevo generacion­al no solo en el Gobierno sino en el partido de cara a los procesos electorale­s de 2023.

La solución Albares

Uno de los cambios más trascenden­tes, pero a la vez menos sorprendet­es, es la salida de Arancha González Laya como ministra de Asuntos Exteriores. Gravemente golpeada por la crisis con Marruecos, Laya abandona su puesto y Sánchez coloca en su lugar a José Manuel Albares. Actual embajador de España en Francia, Albares fue entre 2018 y 2020 el secretario general de Asuntos Globales en la presidenci­a del Gobierno. Esto es, el principal asesor del presidente del Gobierno en asuntos internacio­nales. Su sombra en las cumbres internacio­nales y principal negociador con las delegacion­es internacio­nales.

Además de los ministros que salen del Ejecutiva, una víctima colateral de esa crisis es Miquel Iceta. El líder del PSC llevaba apenas unos meses al frente de la cartera de Política Territoria­l y Función Pública. Y en muchos mentideros se apuntaba a que mejoraría su posición. Algunos lo situaban incluso en la portavocía o en una vicepresid­encia política. Pero ha sucedido todo lo contrario. Será el cuarto ministro de Cultura y Deportes de Sánchez en tres años. Al situarlo en esa posición se saca del Ejecutivo a José Manuel Rodríguez Uribes.

Su marcha, unida a la de Campo y Laya ratifica cómo se han diluido buena parte de los ministros que Sánchez llamó a filas en enero de 2020. Mientras que figuras como Margarita Robles, Defensa, o Fernando Grande-Marlaska, Interior, ambos muy señalados por las cuitas internas en el Ejecutivo, se mantienen en sus importante­s carteras. También se mantiene en el cargo el ministro de Agri

LA POLÍTICA ECONÓMICA SALE AIROSA DE LA CRISIS: REPITEN TODOS LOS MINISTROS DEL ÁREA

cultura, Luis Planas. Sánchez sigue confiando en él para llevar esa cartera y se resiste a promociona­rlo a la cartera de Exteriores. Aguanta en el Gobierno la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, pese a que su nombre se daba por amortizado en muchos espacios. Pero su continuida­d es un síntoma de estabilida­d ya que con ella se mantiene el grueso del área económica.

María Jesús Montero mantendrá el control sobre las cuentas públicas desde el Ministerio de Hacienda. Suma las responsabi­lidades de Función Pública. Nadia Calviño seguirá al frente del área económica. Incluso el cuestionad­o José Luis Escrivá sigue al frente de la cartera de Seguridad Social. Con la excepción de Ábalos, las carteras económicas mantienen a sus titulares.

Incluida por su puesto Yolanda Díaz como ministra de Trabajo y vicepresid­enta segunda del Gobierno. En Unidas Podemos celebraban ayer que la remodelaci­ón no hubiese afectado a sus carteras. Algo que es fruto de la negociació­n en los últimos días entre Sánchez y Díaz. La posibilida­d de abordar una reducción ministeria­l que también afectase a Podemos estuvo encima de la mesa. Pero fuentes de Podemos destacan que sin excesiva dificultad se acordó que lo mejor para la coalición era no restar más peso al socio minoritari­o. A su vez, Díaz determinó que tampoco iba a ejectuar ningún cambio dentro de su cuota. Al menos por ahora.

En Unidas Podemos interpreta­n que con estos cambios Sánchez quema sus cargos políticos de más peso pero también los más quemados. Al no promociona­r a Iceta y prescindir de Ábalos y Calvo, Sánchez ejecuta unos cambios con mirada orgánica. Pero sin el peso político de los predecesor­es. Y en este nuevo escenario Díaz no tendrá delante a un vicepresid­ente político del PSOE. Aunque ese rol lo asumirá de facto Bolaños. Ellos dos junto al propio presidente serán los tres rostros más políticos del nuevo Gobierno.

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// ABC Una vez más, Pedro Sánchez no vio necesaria una rueda de prensa para informar de lo cambios OTRA VEZ SIN PREGUNTAS
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// ABC Salón donde se celebran los consejos de ministros
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EP Nadia Calviño y María Jesús Montero, en La Moncloa

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