Vienen adiestradas
Diana Morant Ministra entrante de Ciencia e Innovación
Las nuevas ministras van a «dejarse la piel», igual que, según Sánchez, hicieron Ábalos y compañía
Cada palabra que incorpora Pedro Sánchez a su diccionario de progreso, cada eslogan que formula para deslumbrar a la opinión pública y cada expresión prefabricada que incorpora a su Agenda 2030 (‘veinte-treinta’ en la neolengua) se impregna del tufo de la martingala. El sanchismo no es solo un régimen político, sino una evolucionada forma de comunicación para no enterarse de nada, muy de nuestro tiempo. Como la economía de Zapatero, pionero y pregonero de esta revuelta lingüística, tan rara forma de hablar y desentenderse se aprende en dos tardes. En su despedida del Ayuntamiento de Gavá, su ya exalcaldesa dijo ayer que a partir de hoy ejercerá de ministra «dejándose la piel». Muy peletero y heroico, como para medalla. Otro tanto, palabra por palabra, aseguró Diana Morant tras renunciar a su cargo de regidora de Gandía. Resulta que Raquel Sánchez y la nueva titular de Ciencia, inspiradísimas las dos, epidérmicas y cutáneas, reutilizaron la misma construcción que el presidente del Gobierno popularizó el sábado para quitarse de encima a Ábalos, Calvo, Redondo y compañía, profesionales del sanchismo que –dijo el presidente, compungidísimo– se habían «dejado la piel en las condiciones más duras». Vienen aprendidas las alcaldesas, y saben a lo que vienen. Palabra por palabra.