Los ‘varados’ en Malta regresan a España tras una odisea de dos semanas retenidos
► Los 31 proseguirán con sus demandas para que se depuren todas las responsabilidades
Los 31 estudiantes españoles que fueron retenidos y confinados en Malta, destino escogido para celebrar su graduación en Fisioterapia y el fin de curso, ya están en casa. Recibidos por sus familiares y Jacinto Vicente, el abogado que ha activado todo el proceso por el que se ha desvelado un macrobrote de coronavirus que ha obligado a cerrar las fronteras de la isla mediterránea, ponían fin a una pesadilla que ha durado dos semanas y durante las que han vivido episodios estresantes y de desamparo, como el sufrido por una de las estudiantes aquejada de un herpes Zoster (una especie de varicela vírica que necesita una medicación específica) que se topó con el vacío de la sanidad maltesa y del hotel Covid en el que estaba recluida.
«Aunque suene fuerte y duro, los chicos han estado secuestrados porque no les han dado ningún tipo de información ni les han permitido realizarse pruebas para demostrar que no estaban contagiados y volver así a casa», explicaba entre enojado y emocionado uno del medio centenar de familiares que acudieron a recibirles a El Prat. Otro sujetaba una irónica pancarta: «¿Malta? Ni en la cerveza».
La odisea de estos estudiantes se inició el pasado 29 de junio, cuando ya llevaban tres días disfrutando de la isla y de las instalaciones del hotel en el que estaban alojados. Las autoridades sanitarias de Malta decidieron confinarles, junto a parte del mismo pasaje que había viajado en un vuelo procedente de Barcelona (Vueling) y a otro de Valencia (Ryanair) al haber mantenido contacto estrecho con un positivo por coronavirus. No obstante, el secretismo del Gobierno de Malta, que se negaba a facilitar datos a la embajada y al consulado español provocaron la sospecha de que algo más grave estaba pasando. Los españoles retenidos pusieron su caso en manos del letrado Jacinto Vicente, que comenzó sus pesquisas y los trámites burocráticos para lograr su regreso.
Vicente acusó a Malta de «retención ilegal de súbditos españoles» y amenazó con elevar una demanda penal contra su Gobierno, momento en el que la superintendente de Sanidad de la isla admitió un positivo en el avión de Vueling, revelando una violación de los protocolos de seguridad (la compañía aérea , a requerimiento de la embajada española, había asegurado que no tenía constancia de ningún positivo en su pasaje) y un riesgo de sanidad pública en Cataluña, ya que la aeronave había seguido volando y parte de los pasajeros que aterrizaron en La Valeta el 29 de junio había regresado días más tarde sin control. La bola de nieve creció de tal manera que este pasado sábado, Malta reconoció un macrobrote y anunció el cierre de sus fronteras a partir de pasado mañana. «Cualquier persona que llegue a Malta deberá presentar un certificado de vacunación reconocido: un certificado maltés, un certificado británico o un certificado de la Unión Europea», anunció el ministro de Sanidad, Chris Fearne. «Seremos el primer país de Europa en dar este paso», añadió.
Riesgo sanitario
«El Gobierno de Malta está o bien directamente llevando a cabo una detención ilegal; o, subsidiariamente, ocultando una grave situación sanitaria que incluyera un posible brote de Covid en Malta, con uno o más positivos, y lo que sería más escandaloso, con un gravísimo incumplimiento de los protocolos sanitarios en materia de trazabilidad, de modo que podría darse una verdadera situación de riesgo sanitario para la población de Malta», acusaba Jacinto Vicente en la demanda penal, que ahora proseguirá por otras vías en España, ya que tanto el letrado como los estudiantes afectados quieren depurar responsabilidades y se indemnizados. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos perdieron ofertas de trabajo por el retraso en su retorno, que se ha realizado tras agotar el periodo de confinamiento dictaminado por Malta.