Messi salda su deuda con Argentina a la espera del Barça
Gana la Copa América a Brasil en Maracaná y rompe 28 años de sequía de su selección
En cuanto el árbitro pitó el final, Leo Messi se dejó caer de rodillas visiblemente emocionado y unos minutos después fue abrazado y manteado por todos sus compañeros. Argentina había ganado la Copa América a Brasil con un solitario gol de Di Maria en el mítico Maracaná, un tanto que puso fin a una racha de 28 años sin títulos albicelestes. Mística y épica para encumbrar al rosarino, que por fin se desprendió de la vitola de ‘pecho frío’ con la que le menospreciaron en su país cada vez que la selección tropezó en un gran torneo.
En ese momento de felicidad, a Messi dejó de dolerle el isquiotibial (disputó el final del partido con molestias) y por su mente desfilaron fugazmente las cuatro finales que se le escaparon con su selección, las tres últimas de manera dramática. La primera, en 2007, cuando Brasil barrió a la albiceleste en el duelo decisivo por la Copa América. Después llegaron los batacazos en el Mundial de 2014 (Alemania ganó con un gol de Götze en la prórroga) y en la Copa América de 2015 y 2016, ambas perdidas contra Chile y, para mayor dolor, en la tanda de penaltis. «Para mí se terminó la selección. Ya lo intenté mucho, me duele no ser campeón con Argentina. Me voy sin lograrlo. Es increíble, pero no se nos da», aseguró entonces. Pero regresó y cuatro años después, como afirmó el Kun Agüero, demostró que «sí se nos da».
«Estoy feliz de que Argentina pueda disfrutar y que podamos llevar esta copa tan deseada, este partido va a quedar para la historia. Siempre nos tocó irnos tristes de vacaciones y sin ganas de nada, ahora hay que aprovechar que no es así. Necesitaba sacarme la espina de ganar algo con la selección. Estoy muy agradecido a Dios por regalarme este momento ganando a Brasil y en su casa. Creo que estaba guardando este momento para mí», explicó Messi después de recibir la felicitación de su familia.
El Mundial de Catar
Al extenso y brillante palmarés de Messi ya solo le falta un Mundial. Palabras mayores, pero aún le queda una bala en la recámara. A sus 34 años todavía sueña con levantar el dorado trofeo, algo que podría suceder en Catar el próximo año, en el que disputará su última temporada en el exigente fútbol europeo. A partir de ahí medita retirarse en la MLS de Estados Unidos. Precisamente, en este aspecto sigue trabajando el Barcelona, que aún aspira a renovar el contrato del argentino después de que el delantero haya jugado los últimos tres encuentros de la Copa América como agente libre. En un nuevo guiño, el Barça mimó ayer a la estrella albiceleste e inundó las redes sociales con mensajes de felicitación por su título con la selección. Mientras, Laporta sigue trabajando para aligerar la masa salarial de la plantilla que ahora mismo impide inscribirle. Para ello, necesita rebajar en 200 millones las fichas que perciben los futbolistas.