De la ‘Fiesta de la Rosa’ al Gobierno para insuflar aire al PSC
La elección de Raquel Sánchez como ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana catapulta a la desconocida alcaldesa de Gavá hasta la sala de máquinas del Ejecutivo. Además de reforzar el peso del PSC en La Moncloa, su incorporación tiene un marcado componente electoral, no en vano, la sustituta de Ábalos proviene del Baix Llobregat, comarca que representa el principal granero de votos y poder de los socialistas catalanes, el único feudo que en estos años ha resistido casi indemne la ola del «procés» y la eclosión de Ciudadanos y Podemos.
Lo que más ha acercado a Sánchez a la nueva ministra ha sido el papel de esta como anfitriona de la fiesta anual del PSC en la Pineda de Gavá, la ‘Festa de la Rosa’. Allí, la alcaldesa ha exhibido repetidamente la potencia de su federación, exponente del ‘cinturón rojo’ catalán ante la nomenclatura del partido socialista. El propio Sánchez ha recibido allí dosis de impulso incluso en sus momentos bajos. Apoyos que ha premiado situando a dos ministros ligados al ‘Baix’ en su Consejo de Ministros (Iceta empezó en política como concejal de Cornellà, en la misma comarca). Si sale bien, los socialistas catalanes popularizarían a tiempo un nombre nuevo, joven, fresco y nada ligado con el ‘procés’ ni la pandemia que les sirva para el próximo ciclo electoral. El paso de la ministra por Moncloa puede ser una valiosa oportunidad para el socialismo catalán, el más fiel escudero de Sánchez.