OBRADOR RETOMA SUS SORTEOS: AHORA INCLUYE CASAS DE NARCOS
Tras rifar el flamante avión presidencial –aunque un año después sigue en el hangar–, el presidente de México sortea ahora la casa del Chapo Guzmán y un palco vip en el Estadio Azteca
Coincidiendo con la celebración de ‘el Grito’ de la Independencia –lanzado en 1810 por el religioso Miguel Hidalgo para llamar a la sublevación contra las autoridades del virreinato de la Nueva España–, el 15 de septiembre se celebrará el Gran Sorteo Especial en México. Doscientos años después de ese episodio histórico, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente hasta que acabe su sexenio en 2024, anunciará el reparto de los premios. Lo hará a bombo y platillo en su habitual conferencia matutina, denominada ‘las Mañaneras’, durante una arenga que durará más de dos horas y media. Se rifarán dos mansiones con historia –confiscadas a narcos mediáticos– y un palco en el Estadio Azteca, donde Maradona levantó la copa del Mundial de 1986. Los premios se sortearán entre dos millones de boletos, a diez euros por participación. Los que jueguen asipirarán a hacerse con pertenencias requisadas a bandas organizadas y funcionarios corruptos. Algunas, en estado de abandono. Todos los bienes suman más de diez millones de euros.
AMLO ha expresado en varias ocasiones su deseo de restituir a la población parte de las propiedades robadas, destinando el dinero del sorteo a mejorar la situación del país. Una forma de propaganda. «Se trata de devolverle a la gente, al pueblo, bienes que han sido confiscados, las residencias, los aviones, todo lo que podamos rifar para que lo que se obtenga se destine al desarrollo del país, al bienestar del pueblo, que se ocupe para la educación, la salud, la construcción de caminos en comunidades marginadas para ayudar a la gente pobre», ha afirmado el líder mexicano, como anuncio del sorteo.
Mansiones de narcos
Al abrir la página web de la Lotería Nacional, se puede leer el eslógan de la tómbola: «22 premios en especie y en efectivo para el pueblo de México». El premio más controvertido se encuentra en el bastión de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en el estado de Culiacán, al noroeste de México. Un búnker-mansión puesto a la venta por unos decepcionantes 163.500 euros, donde uno de los narcotraficantes más conocidos del mundo hizo frente al Ejército mexicano. Los militares intentaron derribar la puerta acorazada, pero cuando lo consiguieron el Chapo escapaba junto a su amante, la diputada más joven de Sinaloa, por su pasadizo secreto. Bajo la bañera de la suite, accionó un resorte que levantó el jacuzzi y, por ahí, accedió a un túnel metálico que le condujo al sistema de alcantarillado. Sus siete casas de Culiacán estaban unidas por una red subterránea similar.
Amado Carrillo, alias ‘el señor de los cielos’ –bautizado así por la flota de aeronaves con la que contaba y empleaba para transportar alijos–, fue el socio de Pablo Escobar, buscado por Estados Unidos, Colombia y Argentina. Curiosamente, Carrillo encontró la muerte en una extraña mesa de operaciones, en Ciudad de México, cuando se sometía a una operación múltiple de cirugía plástica para cambiar su apariencia. Su fortín –de nueve habitaciones, con salón de fiestas propio, piscina cubierta, varias saunas y jacuzzis– está tasado en tres millones de euros y cuenta con tres mil metros cuadrados. Se encuentra en la lujosa colonia de Pedregal, al sur de la capital. La mansión será una de las protagonistas de la rifa.
A 10 euros el boleto
El sorteo promete más emociones. Por 250 pesos (10,6 euros), cualquier mexicano se podrá teletransportar a la serie ‘Narcos’ o aspirar a un ex
LA POLÉMICA SUBASTA SE CELEBRARÁ EL PRÓXIMO 15 DE SEPTIEMBRE, ANIVERSARIO DEL GRITO DE INDEPENDENCIA
clusivo palco para animar al club de fútbol América, el segundo en la Liga Mexicana, en el famoso estadio Azteca. Con capacidad para 87.000 espectadores, el agraciado con el boleto premiado podrá disfrutar de una vista y un lugar privilegiados, exactamente en el mismo rincón donde Maradona levantó la copa del Mundial de México del 86. Su precio es de un millón de euros. Lo compró el expresidente de México Miguel de la Madrid y su uso estaba reservado a directivos de la Lotería Nacional. Compuesto por veinte asientos, el palco dispone de un baño privado, cocina y cuatro plazas de aparcamiento.
Entre ranchos, terrenos y casas repartidas en emplazamientos tan apetecibles como Acapulco, León o Coyoacán, otras 22 propiedades penden del azar. Solo existe una excepción: los extranjeros «no podrán hacerse acreedores de los inmuebles que se ubiquen en las zonas fronterizas, playas y costas del país», en conformidad con la legislación aplicable. Por lo tanto, serán premiados con el valor de la propiedad en metálico.
Cuando se anunció en Twitter que el Gobierno de México se desharía del avión presidencial, la noticia se hizo viral bajo el lema #NoEsBroma. Las opciones que barajaba AMLO incluían venderlo a un estadounidense anónimo, entregárselo a Washington a cambio de equipamiento médico, trocearlo para dárselo a doce empresas mexicanas o alquilarlo por horas.
Aunque pueda parecer una idea demencial, no lo es en la Administración mexicana, dirigida por el presidente AMLO, un mandatario que ejerce el poder ante una oposición inexistente y con una cuota de popularidad de un elevado 58 por ciento, según la consultora Mitofsky.
Quizá por esa fortaleza, al jefe del Ejecutivo no le tiembla el pulso al anunciar sorteos a pesar del escaso éxito de las convocatorias anteriores. El avión presidencial, un Boeing 787-8, que costó en 2012 unos 218 millones de dólares y que fue sorteado hace un año, continúa guardado en el amplio hangar presidencial del aeropuerto de Ciudad de México. Al final, lo que se sorteó no fue la aeronave, sino su equivalente en metálico al valor actual dividido en cien premios de un millón de dólares cada uno.
Los ‘niños gritones’
Con esta iniciativa, AMLO se propone dejar en evidencia los derroches de las administraciones anteriores. Los ‘niños gritones’ (el equivalente a los niños de San Ildefonso en España) otorgaron los premios el pasado septiembre en uno de los sorteos más publicitados del país. Ante el bajo número de boletos vendidos –no superó el 70 por ciento–, el Gobierno mexicano se vio obligado a comprar un millón de billetes, que repartió entre centros médicos. Pese al fin solidario de la rifa, ya que lo invertido sería destinado al equipamiento médico para hospitales públicos, las críticas no se hicieron esperar desde tres frentes. ¿Por qué no entregar el dinero directamente a los centros hospitalarios, si el Gobierno se encarga de organizar la expedición de Lotería para luego tener que comprarla? Un espectáculo mediático que dio la sensación de circo ante un problema serio. Además, este sistema de reparto, basado en el azar, podría beneficiar a un hospital dotado de medios en detrimento de otros más ne
MUCHOS MEXICANOS LAMENTAN QUE EL SORTEO SEA UN CIRCO MEDIÁTICO QUE NO MEJORA NADA
cesitados de financiación.
Como ha ocurrido en casi todo el mundo, la pandemia ha agravado aún más la situación sanitaria de México, hasta el punto que 220 padres de niños con cáncer denunciaron por genocidio –omisión y discriminación y por no garantizar el abastecimiento de medicamentos– a Hugo López-Gatell, encargado de gestionar la respuesta al Covid-19.
Un año después del polémico sorteo, la venta de la lujosa aeronave presidencial a un tercero se le ha atragantado a la administración mexicana. AMLO viaja en vuelos regulares, y estos trayectos suelen ser grabados en vídeo por otros pasajeros. Así se difundió su traslado, con la mascarilla puesta, unas horas antes de anunciar que había dado positivo en la prueba de Covid-19. Durante sus giras alrededor del país, un viajero le espetó, al volver de Tijuana: «¡Ya ponte a trabajar!». El mandatario tildó al hombre de ser una persona a la que «no se le puede convencer con nada» y lo puso de ejemplo en su particular cruzada contra la clase media, que «debe inmunizarse y ser más fraterna», según sus palabras. Su plan pasa por construir un nuevo peldaño social «que resista campañas de manipulación», dice, después de perder la mitad de los votos de la Ciudad de México en las elecciones de junio.
La cita del próximo 15 de septiembre supondrá una nueva prueba para medir la eficacia de esta iniciativa puesta en marcha por el presidente de México a través del llamado Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep). Un organismo ya existente, pero reformulado por su Gobierno y que tiene como propósito la venta de objetos decomisados, tanto a criminales como a servidores públicos que incurrieron en corrupción o desfalco. En su primera subasta, se sortearon collares de piedras preciosas, coches Mercedes o propiedades en Cancún o Baja California. El azar como método –controvertido– de gobierno del pueblo. Juegues o no.