El régimen amenaza con una nueva crisis de los balseros tras las protestas
► Estados Unidos pide no lanzarse al mar y advierte de que no permitirá entrar a los que sean interceptados
El régimen de Cuba ha agitado el fantasma de una nueva crisis de los balseros ante la ola de protestas de los últimos días, de la que las autoridades de la isla responsabilizan a Estados Unidos. «Esperamos que EE.UU. adopte las medidas necesarias. Sorprendería que EE.UU. con impunidad, aliente la emigración irregular y discriminatoria», aseguró el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, en una rueda de prensa, en la que advirtió a Washington de que «su conducta irresponsable puede tener consecuencias graves que dañen el interés de ambos países», según recogen medios oficiales.
Las insinuaciones del canciller cubano evocan episodios pasados en que ciudadanos cubanos salieron en masa de la isla, sobre todo hacia EE.UU., como el éxodo del Mariel de 1980 o la crisis de los balseros de 1994.
Esta última se desató precisamente tras una serie de protestas en La Habana, conocidas como el ‘maleconazo’, que tuvieron lugar ese año en medio de la grave crisis económica que sufrió Cuba a consecuencia del desmoronamiento de la URSS, el llamado periodo especial. Entre agosto y septiembre de aquel año EE.UU. interceptó en el estrecho de la Florida hasta 32.362 balseros, a los que trasladó a la base militar de Guantánamo en la operación ‘Able Vigil’ (Vigilia Capaz).
Aunque muy lejos por el momento de esas cifras, en los últimos meses se venía registrando ya un repunte en el número de cubanos que se aventuran a tratar de alcanzar EE.UU. por mar. En lo que va de año fiscal (desde el 1 de octubre de 2020), la Guardia Costera norteamericana ha apresado en alta mar a 554 emigrantes cubanos con destino a Florida, frente a los 49 del anterior ejercicio. En el último año fiscal completo con Barack Obama en la Casa Blanca, en 2016, hubo 5.396 cubanos interceptados. En enero de 2017, poco antes de dejar la presidencia, Obama suprimió la política ‘pies secos, pies mojados’, que permitía entrar en el país a aquellos cubanos que llegaran a pisar suelo estadounidense.
La mayoría, por tierra
No obstante, en la actualidad la mayoría de los cubanos que intentan acceder a EE.UU. no lo hacen por vía marítima, sino a través de la frontera con México. Las autoridades aduaneras registraron más de 22.000 desde el pasado 1 de enero hasta mayo, la mayor cifra en una década.
Ante la posibilidad de que las manifestaciones de los últimos días pudieran derivar en una nueva crisis de balseros, las autoridades estadounidenses están lanzando mensajes para tratar de disuardir a quienes se planteen cruzar por mar hasta Florida. «Por favor, no te eches al mar», rogó en un comunicado emitido este martes el contralmirante Eric Jones, comandante del 7º distrito de la Guardia Costera, con sede en Miami. Según indicó en su mensaje, la Guardia Costera, junto con sus socios locales, estatales y federales, «están monitorizando cualquier actividad que pueda indicar incrementos en la migración marítima insegura e ilegal en el estrecho de la Florida, incluyendo salidas no permitidas de embarcaciones de Florida a Cuba». Esta última apostilla parece hacer alusión a una iniciativa que se había empezado a mover en las redes sociales para organizar una flotilla que llevara comida a la isla y apoyar a los manifestantes.
También el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, ha querido frenar a los cubanos que estén pensando en cruzar a Florida. «Dejadme ser claro: si te echas al mar, no entrarás en EE.UU.». Mayorkas, un cubano de origen que precisamente inmigró desde la isla cuando tenía un año de edad con sus padres, aseguró en rueda de prensa que «a cualquier emigrante interceptado en el mar, con independencia de su nacionalidad, no se le permitirá entrar en Estados Unidos. Este riesgo no merece la pena tomarlo», recalcó.
En su batería de reproches a EE.UU., el ministro de Exteriores cubano llegó a denunciar que la etiqueta #SOSCuba, que viene recorriendo en las últimas semanas las redes sociales, no surgió en Cuba, sino que fue lanzada el pasado mes de junio desde Nueva York para tratar de obstaculizar el pronunciamiento de la Asamblea General de Naciones Unidas contra lo que el régimen llama «el bloqueo» a la isla, es decir, el embargo. Segun Bruno Rodríguez, esta operación habría utilizado recursos millonarios, laboratorios y plataformas tecnológicas con fondos del propio Gobierno de EE.UU.
En este sentido, afirmó que la convocatoria para protestar en la ONU y el lanzamiento de la citada campaña fueron obra de la compañía estadounidense ProActivo Miami Incorporations, que habría recibido el certificado para recibir fondos de Florida el 15 de junio, por lo que acuso al gobierno republicano de este estado de financiar las «acciones desestabilizadoras».