El «sí, quiero» de José Luis Santos Yanes y Fátima Úrculo
Tanto la ceremonia como el convite fueron en el palacio de Elsedo, propiedad de la familia
El palacio de Elsedo en Pámanes, Cantabria, fue testigo este sábado del esperado «sí, quiero» de Fátima Úrculo y José Luis Santos Yanes, el hijo mayor de la prestigiosa joyera Cristina Yanes y el empresario José Luis Santos, expresidente del grupo Hoteles Santos. Tras meses de preparativos llegaba el gran día de esta pareja que, como muchas otras, tuvo que posponer el enlace por la pandemia del coronavirus. Algo que no les impidió celebrar por todo lo alto su compromiso, con una lista más reducida de invitados, en este enclave español de principios del siglo XVIII, propiedad de la familia, que alberga además un museo de arte contemporáneo.
La ceremonia religiosa dio comienzo pasadas las doce del mediodía en la capilla del propio recinto y, posteriormente, la celebración fue en los jardines del mismo lugar con mesas redondas dispuestas a lo largo del amplio terreno y con la separación adecuada para no correr riesgos.
Hasta allí llegaron los recién casados en un flamante descapotable rojo y se bajaron al ritmo de la música, entre aplausos y vítores de los invitados al enlace. Todo quedó inmortalizado por los asistentes, que no dudaron en grabar el divertido momento.
Una cita a la que no faltaron dos las amigas de la novia, las hermanas Marta y Lucía Pombo. Sus Instagram dieron buena cuenta de la celebración que comenzó la noche del viernes con una cena de bienvenida.
Para terminar con los festejos del enlace, hoy se disputará un torneo de golf entre los asistentes.
Entre los invitados al esperado enlace de la familia se encontraban las hermanas Lucía y Marta Pombo
Joya familiar
Para la ocasión, la especialista en marketing y comunicación, que trabaja en Allergopharma, optó por un diseño minimalista y vanguardista en raso de seda con una capa en el mismo tejido para dejar todo el protagonismo a las joyas. De hecho prescindió del tradicional velo. Lo que sí lució fue un recogido sostenido por una llamativa tiara de la familia Yanes, similar a la que en su día llevó la propia Cristina el día de su boda, en septiembre de 1988, en la basílica de la Concepción.