¿Ya no reformamos la Constitución?
Bolaños se sabe el ideólogo de esta segunda fase del ‘sanchismo 4.0’ y nadie podrá discutirle su capacidad de trabajo. Cuestiones distintas son la sobreactuación de poder y los tics de soberbia política. Dice que el fallo del TC sobre el estado de alarma viene a ser irrelevante y «no hay que tocar la Constitución ni las leyes tras la sentencia». Curioso enfoque toda vez que el PSOE lleva proponiendo desde 2004 una profunda reforma constitucional porque la Carta Magna está «desfasada». De momento, solo es su Gobierno quien la usa mal.