Dueño de platos y piñones para años
Los tópicos del lenguaje ciclista empiezan a quedarse cortos a la hora de calificar con elogios al campeón esloveno, dominador del Tour de Francia de principio a fin. Con una ambición de triunfo ilimitada, y con el maillot amarillo en propiedad indiscutible previsiblemente durante muchos años, Tadej Pogacar no ha encontrado rival. Más aún, empieza a ser el centro de atención de un deporte excepcional al que la mala fama del dopaje y el merecido desprestigio de muchos campeones habían castigado casi con el ostracismo.