Tayiquistán moviliza a todo su Ejército para lanzar una advertencia a los talibanes
Moscú, dispuesta a intervenir si el conflicto se extiende a las antiguas repúblicas soviéticas
Tayikistán, que comparte su frontera sur con Afganistán, inició ayer unas repentinas maniobras militares, sin precedentes hasta la fecha en esta antigua república soviética, con la intención de lanzar un mensaje de advertencia a los talibanes ante posibles incursiones dentro de su territorio. Así lo anunció el gobernador de la región de Sogdinsk, Radzhabboi Ajmadzoda, en declaraciones a las agencias locales. Según sus declaraciones, «el principal objetivo de los ejercicios consiste en verificar el nivel de preparación para el combate de nuestras tropas, aportar experiencia a los militares y realizar pruebas tácticas».
Ajmadzoda explicó que la decisión de llevar a cabo las maniobras se debe «al aumento de la actividad de los extremistas y grupos terroristas en la región». El despliegue, sin embargo, está teniendo lugar no junto a la frontera con Afganistán sino en el norte del país. En el evento han sido involucrados 230.000 efectivos del Ejército, además de reservistas y miembros de distintas fuerzas de seguridad.
El presidente tayiko, Emomali Rajmón, visitó por la mañana el Centro de Mando de sus Fuerzas. Según el Ministerio de Defensa de Tayikistán, en los ejercicios participan más de un millar de vehículos blindados y 45 aviones y helicópteros. Ante el empeoramiento de la situación en Afganistán, Tayikistán solicitó ayuda a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (ODKB), grupo formado por Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.
A comienzos de mes, más de un millar de soldados gubernamentales afganos tuvieron que refugiarse en Tayikistán después de replegarse ante el imparable avance de los talibanes. Estos, según Moscú, controlan la mayor parte de la frontera con su vecino del norte.
El representante especial del Kremlin para Afganistán, Zamir Kabúlov, no obstante, aseguró en una entrevista a la radio Eco de Moscú que los talibanes «están ahora más ocupados con su agenda interna que con la Yihad global», pero advirtió que, si atacan
Maniobras conjuntas
a Tayikistán, Uzbekistán o cualquier otro miembro de la ODKB, «Moscú actuará contra ellos». Según sus palabras, Rusia podría emplear su aviación «contra los grupos radicales, incluyendo al Estado Islámico».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el miércoles que «la situación en Afganistán es extremadamente alarmante, es un asunto que nos preocupa y estamos en contacto permanente con nuestros socios de la ODKB y los países fronterizos con Afganistán. Estamos monitoreando conjuntamente cómo evolucionan los acontecimientos y recibimos sólo noticias inquietantes».
Por su parte, el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Rudenko, alertó de la llegada a Afganistán de «terroristas» procedentes de países de Oriente Próximo, de militantes de grupos como el Estado Islámico o Al Qaida. También de organizaciones yihadistas originarias de países de Asia Central.
En el marco del operativo de prevención de posibles ataques de extremistas islámicos y dentro de los esfuerzos desplegados por la ODKB, Rusia, Uzbekistán y Tayikistán realizarán maniobras conjuntas en este último país, a 20 kilómetros de la frontera afgana, entre el 5 y el 10 de agosto. Tanques rusos T-72 procedentes de la base 201 en Tayikistán, han sido ya enviados a la zona.
Alerta en Washington
Los talibanes parecen contar con un «impulso estratégico» en sus amplias ofensivas en Afganistán, pero su victoria está lejos de ser segura, dijo por su parte el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, en declaraciones recogidas por la agencia France Presse.
Casi 20 años después de que Estados Unidos derrocara al régimen talibán a raíz de los ataques del 11 de septiembre, y con la retirada casi completa de las fuerzas extranjeras dirigidas por Washington, los insurgentes islamistas controlan casi la mitad de los aproximadamente 400 distritos de Afganistán. Sin embargo, no tienen ninguna de las principales ciudades densamente pobladas del país, dijo Milley en una conferencia de prensa.
Con los talibanes presionando alrededor de la mitad de las capitales provinciales del país, las tropas afganas están «consolidando sus fuerzas» para proteger esos importantes centros urbanos, agregó. «La mayoría de la población vive en las capitales de provincia y la capital, Kabul», dijo Milley. «Una toma militar automática de los talibanes no es una conclusión inevitable».
Los talibanes se están apoderando de territorios, tomando los cruces fronterizos y rodeando ciudades. Su éxito ha puesto a prueba la moral del ejército afgano, ya golpeado por años de bajas sorprendentemente altas y, más recientemente, por la decisión de las fuerzas internacionales lideradas por Estados Unidos de irse del país.
Aunque el Ejército afgano ha sido entrenado por esas fuerzas y las estimaciones muestran que supera con creces en número a los talibanes, Milley dijo que las cifras no son todo lo contundentes que se necesita para ganar una guerra. «Los dos multiplicadores de combate más importantes en realidad son la voluntad y el liderazgo. Y esto ahora será una prueba de la voluntad y el liderazgo del pueblo afgano, las fuerzas de seguridad afganas y el gobierno de Afganistán», dijo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha dicho que una toma de poder por los talibanes «no es inevitable». Pero a principios de este mes también advirtió de que los afganos deben unirse contra los insurgentes y admitió que era «muy poco probable» que un gobierno unificado terminara controlando todo el país.
Estados Unidos ha insistido en que seguirá apoyando al ejército afgano. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijo que su país entregó tres helicópteros artillados Blackhawk al ejército afgano el viernes y que seguirá más equipo. Añadió que las unidades estadounidenses se habían establecido en Qatar para continuar luchando contra los yihadistas en Afganistán después de la retirada.