La desbandada en Cs Aragón descabeza el partido en Zaragoza
La crisis de Ciudadanos en Aragón arrecia y ya amenaza directamente a la gobernabilidad interna del partido. La oleada de dimisiones de cargos orgánicos ha descabezado el partido en la provincia de Zaragoza, donde se concentran las tres cuartas partes de todos los afiliados que tiene en Aragón.
Quienes abandonan se quejan de un partido en el que falta democracia interna y se imponen los criterios e intereses personales de quienes controlan la cúpula.
La oleada de dimisiones ha hecho que «el comité provincial de Cs en Zaragoza se haya quedado sin quórum, por lo que deja de tener funciones», indican desde el sector crítico. Para salvar este vacío de poder, el partido va a tener que nombrar a dedo nuevos dirigentes provisionales y gestoras.
A la espantada de las tres ejecutivas locales de Zaragoza capital, que se conoció el pasado lunes, se han sumado ahora las del coordinador y el secretario de Organización en la provincia de Zaragoza, Javier Zárate y Cristian Poblador, respectivamente. También han renunciado el coordinador del partido en la demarcación Calatayud-Aranda, Juan Carlos Sierra; el responsable comarcal en Valdejalón, Javier Longarón; las juntas directivas de las agrupaciones de Caspe y de la Serranía del Águila; y la coordinadora de la agrupación metropolitana de Cs en el sur de Zaragoza capital, Irene Matilla.
En su carta de dimisión, Zárate denuncia que el partido se ha convertido en «el juguete de unos pocos que hacen y deshacen únicamente pensando en lo mejor para sí mismos». Critica que Cs está siendo arruinado por luchas de poder que «solo persiguen buscar un cargo a políticos profesionales o asegurar una buena pensión a dirigentes que dejaban de estar bien vistos en sus respectivos mundos laborales».
Esta desbandada compromete de lleno al líder aragonés de Cs, Daniel Pérez Calvo, que además es el número 4 de la ejecutiva nacional de Inés Arrimadas. Pérez Calvo, diputado en las Cortes de Aragón, está en el punto de mira desde que trascendiera que negoció un sueldo para ser candidato de Cs en Aragón en las autonómicas de 2019. Sus críticos también le afean que no haya declarado públicamente el importe de aquel sueldo y el de las dietas que está cobrando del partido.