Podemos clasifica a sus electores entre «ovejas» y «precarios»
► La UDEF alerta al juez de más discrepancias en los supuestos trabajos de Neurona
«Ovejas» y «precarios-indecisos». Es la clasificación por nichos electorales que utilizó Podemos para la campaña de las generales de 2019, según la documentación que ha analizado la Brigada de Blanqueo de la UDEF para el juez que investiga el caso Neurona.
Así lo recoge un informe fechado el 28 de octubre al que tuvo acceso ABC y en el que la unidad policial disecciona el grupo de Telegram donde, según dijo Podemos al juez, se discutían y compartían los trabajos de esa consultora a la que la coalición electoral Unidas Podemos abonó 363.000 euros haciendo saltar las alarmas del Tribunal de Cuentas. El partido morado está investigado como persona jurídica por un presunto delito electoral.
Entre la documentación que analiza la UDEF figura una hoja de cálculo denominada «Lista de productos» que consta de nueve columnas en las que clasifica información sobre 33 archivos compartidos en ese chat. Destaca la columna «nicho» que, según señala el informe, «contiene información relativa al público destinatario» de esos materiales de campaña. Revela que a cada grupo se le daba un nombre. Los nichos electorales de Podemos son clasificados como: «indecisos», «ovejas» y «precarios-indecisos».
En su análisis, la UDEF profundiza en los documentos, vídeos y archivos compartidos entre el trabajador de Neurona Carlos Portillo y la responsable en la campaña de los servicios contratados para redes sociales, la testigo Karín Gajardo, que se prestó a ello. La UDEF cruza ese material con la ingente documentación que aportó Podemos al mismo juzgado para intentar acreditar que Neurona sí prestó los servicios para los que fue contratada. Ya de aquellos archivos, la unidad policial alertó de decenas de documentos que nada tenían que ver con la campaña electoral de abril de 2019. Ahora, los compara con los intercambiados en Telegram, un total de 57 vídeos, fotos y documentos en los que detecta «datos objetivos que evidencian la existencia de ciertas discrepancias» con los aportados al juez. En concreto, menciona cinco que no constan y 13 que por nombre, no coinciden. Identifica 34 archivos que habría reenviado Portillo procedentes de cinco personas identificadas como trabajadoras de Neurona de las que «no se ha podido confirmar el vínculo laboral existente, si lo hubiere» con la consultora.
El informe policial es previo a la pericial que ordenará el juez sobre el precio de los trabajos
Constan otros 12 archivos con origen desconocido porque proceden de cuentas que han sido borradas.
Siguiente paso, la calidad
La relevancia de este informe reside en que los materiales compartidos entre estas dos personas serían efectivamente los realizados por Neurona para redes sociales, el grueso de la encomienda. La UDEF se queja en este sentido de que el partido no le ha dado acceso a su cuenta de Facebook, por lo que no ha podido cruzar estos archivos con los que fueron publicados para comparar la información de datos que permitiría afinar quién ha elaborado cada cosa y en qué fecha. Se trata de dirimir si hubo una prestación real de servicios y lo fueron por personal de la consultora y no por trabajadores internos del partido.
No obstante, Podemos viene alegando que las tareas iban más allá de lo tangible, pues incluían consultoría estratégica de campaña, un servicio cuyo importe no es tan fácil de cuantificar. La previsión del juez es, una vez analice este informe, solicitar una pericial que evalúe la cantidad de trabajos que se consideren efectivamente realizados por Neurona y su calidad en comparación con el coste que supusieron para la formación en aquella campaña. Podemos ha recurrido esta diligencia ante la Audiencia Provincial.
Se compartieron 57 archivos entre vídeos, fotos y documentos como el que clasifica los nichos electorales