Alarma en Holanda por el uso de un kit para infectarse del Covid e inmunizarse sin vacuna
El Gobierno intenta contrarrestar la campaña «Sí, yo quiero coronavirus» que circula por las redes
El Gobierno de Países Bajos ha cerrado una cuenta en Twitter que propagaba la campaña ‘Sí, yo quiero coronavirus’ y que invitaba a infectarse como forma de inmunización con menos consecuencias negativas que la vacuna. A través de esta campaña se publicitaban desde el pasado jueves ofertas de un ‘kit de infección’ que a cambio de 33,50 euros enviaban a domicilio un recipiente con líquido para inyectar que portaba el virus, además de un test rápido que permitiría verificar la supuesta infección. La plataforma respondía así a la nueva normativa para luchar contra la pandemia implementada por el Gobierno neerlandés, que excluye de la vida pública a los no vacunados pero admite a los curados de coronavirus, por lo que los usuarios de este dudoso producto creían garantizar la normalidad por la vía de la infección y evitando la vacuna.
La Inspección de Salud y Atención Juvenil ha contrarrestado esta iniciativa con una campaña en las redes en la que alerta a los jóvenes y explica que «es muy peligroso infectarse intencionadamente porque te pones tú en peligro y poner en peligro a todos a tu alrededor». «Puedes enfermar gravemente», es el principal mensaje que transmite a los jóvenes, contando con que esta es la parte de la población que más había atendido a la invitación de infectarse, pero hay expertos que advierten que esta práctica no se circunscribe a una edad determinada y que no es precisamente una novedad.
En marzo del año pasado, el científico suizo Reiner Eichenberger ya argumentó que los adultos sanos deberían infectarse deliberadamente como medio más directo de controlar la pandemia. Argumentaba que de esta forma se inmunizaría rápidamente a más población. «Podría ser correcto que los menores de 65 años se infecten lo más rápido posible, se queden en casa durante 14 días y luego vuelvan al trabajo y a viajar», propuso.
Eichenberger se basaba en las investigaciones publicadas por el jefe de Virología de la Charité de Berlín, el respetadísimo Christian Drosten, que había calculado al inicio de la pandemia que tendrían que infectarse el 70% de los ciudadanos para detener la propagación con la inmunidad colectiva y que alguien con Sars-CoV-2 infecta a un promedio de otras tres personas.
Sin embargo, esta idea contradice los esfuerzos por extender el contagio el mayor tiempo posible para no sobrecargar las prácticas médicas y los hospitales, sobre la que se han basado la mayor parte de las políticas antipandemia de Europa. El propio Drosten ha pedido reiteradamente la cancelación de eventos y restricción de contactos como medio más directo de evitar el colapso.
«Me parece espantoso, es una bofetada a cualquiera que se haya comprometido a luchar contra la pandemia durante más de un año y medio», se ha quejado la inspectora general de Atención Juvenil holandesa Marina Eckenhausen, «y por supuesto una falta de consideración con las víctimas mortales y sus familiares».
Eckenhausen considera que detrás de estas campañas hay «organizaciones que conscientemente quieren propagar más el virus». «Puedes infectar a otros que a su vez pueden enfermar gravemente», advierte a quienes tienen la tentación de infectarse deliberadamente. Sin embargo en las redes se propagan testimonios anónimos que celebran: «Ya estoy inmunizada, de la forma más natural y respetuosa con mi cuerpo... me he infectado deliberadamente y he dejado que mi sistema inmunológico haga su trabajo. Ya no necesito vacuna».
El ‘kit de infección’ cuesta 33,50 euros y se envía a domicilio con un test rápido para verificar el contagio
Ofertas de este mismo tipo han aparecido en Austria desde el año pasado. Para obtener un certificado de recuperación, que permite el acceso a servicios vedados para no vacunados, algunas personas han optado por infectarse intencionalmente con Covid19 y el experimento terminó fatalmente al menos para uno de ellos, un hombre de 55 años de edad de la región de Estiria. «No es un fenómeno nuevo», explican fuentes del periódico austriaco Kleine Zeitung, que publicó esta muerte por «Covid intencionado». Asegura que «se celebran auténticas fiestas de coronavirus, en las que personas sanas se encuentran con enfermos». Por supuesto, los recién infectados esperan un curso leve de la enfermedad, algo que no sucede siempre. En esa misma región de Estiria, se han registrado al menos cuatro casos de jóvenes menores de 30 años que tras autoinfectarse sufren ahora las consecuencias de un covid duradero.
«Son personas poco inteligentes las que tienen la idea de la autoinfección», explica el médico Georg Fritsch. «Vale la pena esforzarse por obtener tantos anticuerpos como sea posible, pero la vacunación es la más adecuada porque en el caso de la enfermedad el recorrido es incalculable».
En Austria se celebran auténticas fiestas del coronavirus en las que personas sanas se encuentran con enfermos