«¿30 títulos? No me canso de ganar»
Toni Bou visita ABC para celebrar su último Mundial y la cifra redonda que lo acompaña: «He probado otras disciplinas, pero nada me llena como el trial»
A la trayectoria de Toni Bou se le agotan los adjetivos, imposible encontrar en todo el planeta a alguien tan dominador en su deporte. Con el título obtenido el pasado fin de semana en el Palau Sant Jordi el piloto catalán alcanza ya la increíble suma de treinta Mundiales de trial, 15 al aire libre y 15 indoor. Tres lustros de reinado absoluto sin mácula, una salvajada que a él mismo le llega a sorprender: «Son muchos años, aunque por suerte sigo encontrando retos», admitía en la visita que realizó a ABC para celebrar su éxito. «Cuando pasamos los veinte mundiales pensé: ‘ya está, se va a acabar’. Pero aquí seguimos...».
El curso que acaba no ha sido fácil para Bou, una persona a la que le cuesta perder la sonrisa incluso en los peores momentos. O aunque se lo exija el fotógrafo para inmortalizar el momento. En mayo, a un mes del inicio del Mundial al aire libre, sufrió una caída en el entrenamiento que le obligó a pasar por el quirófano al romperse el peroné. Su bravura le permitió llegar a tiempo a la primera cita, aunque no fuera al cien por cien. «La motivación principal es que no quería perder un campeonato de esa manera, por haberme lesionado». Poco a poco fue recuperando la forma hasta lograr el entorchado número 29. Pero aún le quedaba un reto mayor, pues el certamen indoor se iba a decidir en solo dos pruebas (Andorra y Barcelona) a causa de la pandemia. «Era un Mundial incómodo, con mucho riesgo. Llevábamos casi veinte meses sin correr un indoor y la sensación era extraña. En los indoor todo pasa muy rápido y cualquier error te deja sin carrera. Jugársela sí o sí en Barcelona… Había mucho que perder». La jugada, una vez más, salió bien. Hasta los rivales se rinden a su nivel y le preguntan que si no se cansa de ganar. «De momento no me canso, no», esgrime, de nuevo con una amplia sonrisa en la boca. «Y menos en este campeonato, que hasta última hora no sabíamos si lo íbamos a poder disputar y ha sido tan corto... Me he preparado más que nunca y tenía muy pocas ganas de perder».
Fiel a su deporte
Bou vive enganchado a su moto de trial, y así será mientras el cuerpo le permita hacerlo. «Sí me he planteado hacer otras disciplinas, pero cuando he probado no me han gustado tanto como lo que hago. Me atrae el enduro, el motocross... pero me gustan como me puede gustar el fútbol. Al final, si lo tengo que hacer de continuo me canso. Tengo la suerte de que el trial lo hago a diario y, quizás porque es donde tengo más nivel, he llegado a disfrutarlo de una manera que no me cuesta levantarme y hacerlo como si no fuera un trabajo. Nada me llena como el trial».
El piloto del Repsol Honda comenzó a ganar siendo casi un adolescente y lo sigue haciendo ahora, recién cumplidos los 35 y con una vida muy distinta, tanto en lo personal como en lo profesional: «La edad hace que tenga que calentar mucho más y que recupere más lento, pero la experiencia te da muchas cosas. Antes la carrera empezaba y acababa el domingo. Ahora toda la semana previa implica una preparación más exhaustiva, mucho más profesional. Estás más pendiente de tu estado y del de la moto. Eso te hace llegar más preparado».
Asegura también que a estas alturas de la vida se siente identificado con otros deportistas a los que un día decidió tomar como ejemplo, como Valentino Rossi o Rafa Nadal: «La garra, la obsesión por ganar… Aunque sean deportes distintos encuentro similitudes con ellos. No solo compitiendo o en el carácter, sino también en el modo de vida. Al final, para que funcionen las cosas necesitas un orden, unas rutinas y un trabajo constante. En eso nos parecemos seguro».
De entre las muchas felicitaciones que le han llegado estos días asegura que ha recibido con especial ilusión las que le han hecho otros pilotos, sobre todo Marc Márquez y Pol Espargaró. «Llevamos tantos años que nos conocemos mucho. Saben lo que cuesta conseguir estas cosas y se agradece que te llamen leyenda otros pilotos a los que admiran y que también son campeones del mundo».
Cumplidas las obligaciones por el título, Bou se dispone a desconectar un tiempo de la moto. «Mentalmente ha sido un año de un estrés brutal». Estoy pendiente de si me opero de nuevo para quitar la placa que me pusieron en mayo. No me molesta mucho, pero sería un buen momento». Si la recuperación se lo permite, aprovechará para reengancharse al tenis y al squash, deportes que empezó a practicar con sus amigos tras el confinamiento. «Ahora me tocará pillar un poco hasta que me ponga en forma…». También seguirá con más atención a un Barça que le ha dado unos cuantos disgustos en el último año. «Lo de Messi dolió mucho, pero pocas cosas nos pueden ilusionar tanto a los culés como la vuelta de Xavi. Eso, y lo de los canteranos. Ojalá entre todos consigan darle la vuelta».
Después, tras la Navidad, volverá la rutina, su idilio con la moto y ese hambre por conseguir más títulos que su cabeza se resiste a perder y que le convierten, en todo el rigor de la expresión, en un campeón único.