Una sentencia que no será respetada
El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia, por la cual el 25 por ciento de las enseñanzas en los colegios catalanes deberá aplicarse en castellano; y es responsabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez el garantizar su cumplimiento. Pero ¿alguien cree que esta sentencia se cumplirá? ¿existe algún perdido incauto que crea que el presidente se jugará el apoyo de Cataluña para sus políticas, exigiendo el cumplimiento de esta sentencia? La Constitución, a la que se apela constantemente para avalar las bonhomías de las gestiones que se llevan a cabo desde el Gobierno, se desoyen, desatienden y contravienen, en el caso de nuestro idioma común, minando los derechos de cientos de miles de ciudadanos castellano hablantes de Cataluña, que exigen, conforme a la ley, la enseñanza de sus escolares en castellano, al menos en un 25 por ciento.
Si infringimos nuestra Constitución de este modo tan inicuo y perverso, lo único que conseguimos es que la población venidera desconozca una lengua hablada por una mayoría preponderante en nuestro planeta, empobreciendo sus capacidades futuras en un mundo globalizado.
BENEDICTA ULACIA BARCELONA