Dos fiscales jefe salvan a Delgado del caso Stampa ante el Consejo Fiscal
Dicen que para llevar el caso Tándem se necesitaba un perfil «prudente y discreto»
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, se parapetó ayer tras el jefe de la Secretaría Técnica, Álvaro García Ortiz, y el de Anticorrupción, Alejandro Luzón, para eludir dar explicaciones en primera persona ante el Consejo Fiscal sobre el caso Stampa, tal y como había solicitado la mayoritaria Asociación de Fiscales. Ambos dieron la cara para defender, por un lado, la idoneidad de los fiscales que sí obtuvieron plaza en Anticorrupción por su perfil «discreto» frente al de Stampa, y por otro, la limpieza en la investigación en torno a él que había abierto la Fiscalía de Madrid.
La actuación de la fiscal general respecto a quien era uno de los representantes del Ministerio Público en el caso Tándem, que afecta al comisario Villarejo, se había puesto en entredicho después de que Stampa atribuyese la no obtención de plaza fija en Anticorrupción a la existencia de unas diligencias por revelación de secretos en el contexto de su relación con los abogados de Podemos personados en esa causa. Según su tesis, la Fiscalía General del Estado maniobró para alargar la investigación, aunque el fiscal que la llevaba quiso cerrarla dos veces, de manera que siguiesen activas cuando se dirimieran las plazas, en octubre de 2020.
Durante el Consejo Fiscal celebrado ayer, el jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, defendió los nombramientos que se decidieron porque respondían al perfil requerido de «prudencia y discreción» por el que apostaban los propios consejeros de la Asociación de Fiscales (a la que Stampa pertenecía) cuando le negaron su apoyo. Stampa no obtuvo ni un solo voto de los 80 emitidos para las ocho plazas a las que concurrió.
Pero Luzón estaba allí para rebatir, además, una de las afirmaciones vertidas por Stampa en la reclamación patrimonial que ha presentado ante
Los subordinados de Delgado niegan irregularidades en la no continuidad de uno de los fiscales de Tándem en el caso
el Ministerio de Justicia por su pérdida de plaza: que Delgado tenía un «interés personal y directo» en el caso Villarejo que la invalidaba para participar siquiera en la deliberación. El fiscal Jefe de Anticorrupción explicó a los consejeros que ni ella ni su pareja, el exmagistrado Baltasar Garzón, han estado nunca imputados en la causa ni consta «contenido penal alguno en relación» con ella o sus allegados. De paso, ha explicado que Tándem va muy bien, con tres piezas ya en juicio oral, aunque no esté llevándolo Stampa.
La puntilla la ha puesto la responsable de la Inspección Fiscal, Antonia Sanz, nombrada recientemente por Delgado, al afirmar que, en todo caso, «no existe cobertura legal» para que una fiscal general del Estado se abstenga, como según Stampa debió hacer, de realizar propuestas de nombramiento discrecional. Para la Asociación de Fiscales, más allá de esa cobertura legal, el hecho de que el despacho de su pareja defienda a varios de los acusados es motivo suficiente para que se aparte de esta causa.
En la misma línea que Luzón, la mano derecha de Delgado, Álvaro García Ortiz, negó haber dilatado artificialmente la investigación sobre Stampa al haber sugerido al ya ex fiscal jefe de Madrid Jesús Caballero que practicara más diligencias pese a su intención, hasta en dos ocasiones, de cerrar el caso por falta de indicios. En un extenso relato, detalló los hitos del asunto cronológicamente haciendo hincapié en lo que denominó «posibles defectos» o «irregularidades» en esa investigación, los mismos que, según su relato, detectó y le llevaron a recomendar que se hiciesen más pesquisas. Stampa denuncia que cuando el Consejo Fiscal en el que se juzgaba su futuro se celebró esas diligencias tendrían que haber estado ya cerradas.