Scholz entrega la cartera de Exteriores a los anti-OTAN
Baerbock dijo ayer que «solo habrá un gobierno», por lo que no se enfrentarán a las decisiones de sus socios
Hostiles con la OTAN y contrarios a las misiones del ejército alemán en el extranjero y a los acuerdos comerciales europeos con China. Así son Los Verdes alemanes, que se quedan la cartera de Exteriores. No son ya los «fundis» de los años ochenta, pero todavía son capaces de causar estragos en las relaciones exteriores alemanas. Aunque pasaron ya por un serio proceso de homologación bajo la dirección de Joshka Fischer, la candidata electoral y a partir de ahora ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha cuestionado recientemente, por ejemplo, el compromiso de gasta militar del 2% de los miembros de la OTAN.
«No creo que cuestionar ese objetivo sea un debate completamente absurdo», dijo en una entrevista concedida a ‘Die Zeit’, donde sugirió que Alemania puede aumentar su contribución a la Alianza en términos no monetarios y puso como ejemplo la colaboración en la lucha contra los ciberataques. Cuando se le preguntó si ya no se podía confiar en las obligaciones de Alemania en el caso de que Los Verdes llegasen al gobierno, respondió que con un cambio de gobierno las resoluciones del gobierno anterior podrían retirarse. «Este también fue el caso en los Estados Unidos después de la elección del expresidente Donald Trump», argumentó.
Cambio energético
Baerbock también se ha mostrado abiertamente opuesta a que entre en funcionamiento el gasoducto ruso Nord Stream 2, recién construido y listo para doblar la cantidad de gas que Rusia suministra a Europa, lo que ayudaría sin duda a reducir los precios de la energía, pero pendiente todavía de la licencia alemana para operar. «En virtud de la legislación europea hay requisitos que no se cumplen y hasta que eso no sea así es justo que no se le otorgue la licencian», ha dicho. Desde el resto de
Scholz, futuro canciller, se comprometió ayer a dar continuidad a la política exterior alemana en sus primeras declaraciones
los partidos se le ha advertido que, si pone ese palo en la rueda del gas natural, está poniendo en peligro todo el proceso de cambio energético en Alemania, pero ella ha insistido en que «este gasoducto no sirve a la seguridad de Europa y tampoco a la seguridad del suministro».
Tampoco simpatiza con los acuerdos comerciales entre la UE y China por tratarse de un país que no respeta los derechos humanos, cuestión que los Gobiernos Merkel han dejado en segundo plano. Durante la campaña ha promovido una política bilateral de ‘mano dura’ con Pekín. Los Verdes son contrarios a los proyectos de inversión a través de los cuales el Gobierno chino quiere «aumentar su influencia económica y dividir la unidad de la Unión Europea». Baerbock incluye en sus discursos la expansión ‘Nueva Ruta de la Seda’ y rechaza la participación de la estatal Huawei en la construcción de nuevas redes de comunicación en Europa.
Consciente de la incertidumbre que puede generar en los socios esta cartera, Scholz se comprometió ayer a dar continuidad a la política exterior alemana y Baerbock asintió que «solo habrá un gobierno», renunciando así a excentricidades con las que no estén de acuerdo sus socios. El liberal Lindner recordó por su parte que «sea quien sea quien ocupe esa cartera, aquí todos tenemos muy claro que una ministra o un ministro de Exteriores no lo es de su propio partido, sino que sirve al país». Aun así cabe recordar que Los Verdes ya causaron varias crisis de gobierno cuando ocuparon anteriormente esta cartera, con el socialdemócrata Gerhard Schröder, durante la intervención de la OTAN en Kosovo y la invasión de Afganistán.