Vinuesa, la científica que puede liberar a una madre inocente
► Gracias a una investigación genética de la inmunóloga española, Australia revisará la condena de Kathleen Folbigg, encarcelada desde 2003 por la muerte de sus cuatro bebés
En 2018, un joven abogado que había estudiado un año en el departamento de inmunología de la Universidad Nacional de Australia volvió a llamar al despacho de Carola García de Vinuesa. Había visto un reportaje sobre el caso de Kathleen Folbigg, condenada en 2003 en un juicio rápido a treinta años de prisión por la muerte de sus cuatro bebés de entre 19 días y 18 meses, y creía que la ciencia podía ayudarla a probar que los pequeños fallecieron por causas naturales y no a manos de su progenitora. «Cuando me contó las causas de la muerte de los niños y sus patologías estaba claro que estaban enfermos y que era posible encontrar una causa genética. Merecía la pena investigar el caso», explica la científica que ahora trabaja en el Instituto Francis Crick de Londres.
Entonces, García de Vinuesa y su equipo visitaron a Folbigg en la cárcel para pedirle una muestra de saliva y cotejarla con la sangre que se guarda de los niños al nacer. Descubrieron que, efectivamente, las dos hijas de Folbigg tenían una mutación genética llamada CALM2 que causa una muerte súbita cardiaca. Además, publicaron los resultados de su estudio científico en la prestigiosa revista ‘Eurospace’ en 2019. En marzo de 2021, casi un centenar de científicos, incluidos varios premios Nobel, pidieron la salida inmediata de Folbigg de la cárcel. Aunque en 2018 y 2021 ya se desechó una primera revisión judicial del caso y su consiguiente apelación, respectivamente, ayer la Fiscalía anunció que ha accedido a revisar por segunda vez la condena de esta madre.
«A Folbigg se la demonizó. Pero en su momento, nuestra investigación le dio esperanza. Ahora pensábamos que iban a indultarla y ella estaba muy ilusionada. Esta mañana se ha llevado otro disgusto. Pese a todo, está muy agradecida, sabe que le toca otra espera que será la definitiva. Con toda la evidencia científica que hay es imposible que no sea liberada. No hay nada que apunte que ha sido ella y sí muchas pruebas de que no», reconoce García de Vinuesa, que señala que cuando a una madre se le mueren cuatro bebés es «muy fácil que se sienta responsable.
Al menos, Folbigg cuenta ahora con el apoyo de la ciencia y la investigación de García de Vinuesa, una eminencia en su campo. Esta gaditana que estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid llegó a Australia en 2001 gracias a una beca que la llevó a la Universidad Nacional, cuyo departamento de Inmunología dirigió durante ocho años. Además, fue cofundadora y directora del Centro de Inmunología Personalizada y en 2018 ganó el Premio al Científico del Año del Ministerio de Ciencia.
Juicio popular «A Folbigg se la demonizó y, con lo que pasa una madre cuando se mueren sus cuatro bebés, es muy fácil que se sintiera responsable»