ABC (1ª Edición)

Campos, su anfitrión en Sangenjo: «Su ilusión era volver a España»

► Más de 200 periodista­s desembarca­n en Galicia para retratar un histórico viaje

- JESÚS HIERRO

En una de las terrazas del Real Club Náutico de Sangenjo, Pedro Campos, presidente de la entidad y anfitrión de Don Juan Carlos durante su estancia este fin de semana en el municipio pontevedré­s, atendía ayer, una tras otra, a decenas de television­es que han acudido a la capital del turismo de las Rías Bajas con motivo del regreso, temporal, del Rey emérito a España: «Debo de llevar ya más de cincuenta esta mañana», explica a ABC el propio Campos tras una agotadora ronda de entrevista­s en la azotea del club. Pocas horas después, Campos partía hacia el aeropuerto de Vigo para recoger, con su propio coche, a Don Juan Carlos.

Un fin de semana ajetreado para Campos, pero en su cara era evidente la satisfacci­ón de poder abrazar a su amigo, 22 meses después de que partiese al extranjero, precisamen­te, desde la misma localidad a la que ahora regresa. Campos estaba feliz, pero Don Juan Carlos, también. Por ver a sus amigos, por la vela... pero «lo que más ilusiona» al Rey emérito es «volver a España. Luego, muy por debajo, está el resto», relata Campos en una charla con ABC pocas horas antes de reencontra­rse con su amigo. «Él me dice: ‘no sabes la ilusión que tengo de volver a España», añade.

El padre del Rey regresa a Sangenjo, ‘su casa’, en sentido metafórico, pero también casi literal. Y es que las instalacio­nes del puerto deportivo hace tiempo que se bautizaron con su nombre: Juan Carlos I. Siempre ha sido asiduo de un club en el que se siente uno más, entre sus amigos.

Esta vez, tras casi dos años de ausencia, no será una visita más. Y de ello dan fe los más de 200 periodista­s y fotógrafos, de unos 130 medios nacionales e internacio­nales, acreditado­s para retratar un regreso histórico, aunque de momento sea temporal. «Y seguro que aparecen bastantes más que no se han acreditado», auguran ayer los organizado­res. La mayoría de medios de comunicaci­ón, claro, serán españoles, pero en el listado también hay internacio­nales, sobre todo franceses, portuguese­s y alemanes.

Algunos de esos medios ya viajaron el día previo a las competicio­nes –que empiezan hoy y concluyen el domingo– para tratar de inmortaliz­ar la llegada de Don Juan Carlos. Primero, en el aeropuerto, y luego ante el domicilio de su anfitrión, en Sangenjo. Lo que todavía no está claro es si los cámaras y fotógrafos podrán retratar al Rey emérito de nuevo abordo del Bribón 500, tres años después de su última regata, también en la ría de Pontevedra.

«En forma»

¿Se subirá Don Juan Carlos a la embarcació­n? Pues, depende. «Hoy (por ayer) está un día estupendo, pero, cuanto más viento, menos posibilida­des de que suba, porque a él no le gusta y si es así yo tampoco quiero que lo haga el primer día», argumentab­a Campos, teniendo en cuenta las limitacion­es de movilidad del Rey emérito. Aunque él asegura que está «en forma». Si el tiempo es apacible, añadió el presidente del club, le animarán a que lo haga.

Pese a llevar tres años sin tripular, su amigo Pedro Campos tiene claro que Don Juan Carlos lleva la náutica en los genes. Como Don Juan, su padre, aunque con matices. «Él siempre decía que su padre era un navegante, pero que él es un regatista». Un espíritu náutico que su hijo, Don Felipe, acabó también heredando.

La expectació­n ante la llegada era mediática, pero también vecinal. La histórica visita asomaba en cada esquina. «Por aquí no podemos pasar, está cortado por el Rey, que viene mañana», decía un padre a su hijo. «Papá, ¿y podemos venir a verlo? Yo nunca lo vi», pedía el pequeño, que, como Don Juan Carlos, Campos y Sangenjo, estaba también ilusionado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain