Pipi y el ‘locus amoenus’

Es un personaje genial, se desdobla, es a la vez Don Juan y su criado Ciutti, Tenorio y escudero

La presencia de Pipi Estrada en ‘Sálvame’ ya es una constante que anima el programa. Sus intervenciones se relacionan no solo con Terelu sino con lo que él llama, en traslación del lenguaje deportivo, ‘el tridente ofensivo, la TCA’: Terelu, Carmen y Alejandra.

En los últimos días se ha disfrazado de Carmen Borrego. De esta forma, en el plató coincidían la propia Carmen, recibiendo críticas severas por su atuendo en la boda filial, y el ‘alter ego’ travestido. No es de extrañar que a cada rato ella necesitara salir a tomar el aire con evidentes signos de aflicción...

Puede parecer que Pipi está obsesionado con las Campos, pero no es para tanto. Aunque avisó a su manera («caga el buey, caga el Papa, aquí sin cagar nadie se escapa»), y amenazó con muchas ‘pipiterelus’, el equivalente a sus ‘pipíldoras’ informativas en ‘El Chiringuito’, más allá de alguna anécdota, como el día en que estaba comiendo marisco y Terelu le avisó, «que te vas a manchar, gilipollas», no ha habido grandes revelaciones. Es más, sucede al revés. Pipi iba a hablar de Terelu y al final están hablando de él.

Lo curioso es cómo. No es tanto lo que hace o con quién lo hace, sino dónde. Las informaciones del programa sobre Pipi lo sitúan en determinados lugares, digamos, propicios al amor. Es lo que los poetas llamaban el ‘locus amoenus’, el lugar para la galantería. Ha sido como un crescendo. Primero dijeron que tenía un «picadero», luego que fue visto en un «lugar de lucecitas», aunque él explicó que solo como «personaje secundario», y por último en un «local liberal», algo que Pipi confirmó. Por lo visto, tiene el privilegio de ser el único hombre que puede ir solo, sin ‘aportar’ mujer. Allí ha llegado a estar con tres.

–¿Y los maridos?

–Mirando.

En los tres sitios hubo famosos. Al picadero fueron futbolistas, en el de lucecitas acompañaba a un directivo, y en el ‘liberal’ compartió desfogue con un «personaje de fama internacional».

Pipi, personaje genial, se desdobla, es a la vez Don Juan y su criado Ciutti, Tenorio y escudero, y nos devuelve la importancia del tópico, del ‘locus amoenus’, la necesidad de un lugar para el amor.