La pintura histórica asalta las aulas de la Universidad Nebrija
Augusto FerrerDalmau y el centro han alumbrado un máster pionero
Retumba el saber en uno de los corazones de la cultura madrileña. La Universidad Nebrija se ha vestido este lunes de largo para presentar el que, prometen, es un curso pionero en el mundo: el ‘Máster en Pintura de contenido histórico y narrativo en España’, organizado mano a mano con la Fundación Ferrer-Dalmau.
De buena tarde, y ante un auditorio abarrotado, el evento ha arrancado con las palabras que Arturo Pérez-Reverte –ausente por problemas de agenda– ha pedido leer a los presentes: «Que se preparen los alumnos, porque será una experiencia dura». Un mantra que ha repetido Augusto Ferrer-Dalmau, cerebro del proyecto: «Va a ser muy exigente para ellos, pero les pido esfuerzo».
El día de hoy supone la culminación de un camino que arrancó con una doble finalidad. Por un lado, crear un máster que introdujera la tradición pictórica e histórica en el ámbito universitario. Por otro, aprovechar la experiencia de un artista a la vanguardia de Europa. «Tengo los días contados, como todos. Por eso, mi objetivo es que este trabajo tenga continuidad», ha explicado el artista. Su sueño, insiste, es que los 15 alumnos que serán seleccionados le superen. «Será un gran orgullo para mí».
Para forjar esta nueva generación de pintores históricos, Ferrer-Dalmau contará con un amplio abanico de profesores; primeros espadas en sus respectivos campos. El mismo Pérez-Reverte colaborará con una clase en la que desvelará los secretos del mundo naval. «Les mostrará cómo plasmar a la Marina española. Él fue quien me enseñó a mí y, ahora, hará lo propio con estos estudiantes». Tampoco faltarán Ricardo Sanz –entre los mejores retratistas del mundo– o el historiador David Nievas. «Les dará las claves para saber documentarse», ha explicado.
También Ferrer-Dalmau compartirá su conocimiento en una asignatura. «Les guiaré para que aprendan a hacer un cuadro desde cero». Todo ello, como ha explicado José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, con una idea en la mente: poner en valor un arte «que nos ayuda a reivindicar y recordar nuestra historia sin complejos».