Los hoteles perciben un incremento de las cancelaciones desde junio por la inflación
► Aseguran que las anulaciones de reservas siguen casi un 20% por encima de 2019
El sector hotelero recobrará la antigua normalidad este verano, pero ya empieza a vislumbrar los efectos más crudos de la espiral inflacionista. Además de la tendencia hacia vacaciones más cortas o de la disminución de gasto en destino, también empiezan a percibir un incremento de las cancelaciones de reservas. Así lo aseguraron ayer desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Cehat, que avisan de que en las últimas semanas las anulaciones se han disparado por la inflación, aunque también lo motivan por las políticas flexibles que las hoteleras y plataformas han dispuesto a los clientes desde el estallido de la pandemia. En concreto, señalan que ahora mismo las cancelaciones están un 19% por encima de 2019, pero remarcan que se han reducido en 20 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2021.
En todo caso, la demanda está siendo mucho mayor y es generalizada entre todos los destinos españoles, según desvela el informe Smart Observatory de evolución y perspectivas de verano 2022, que han elaborado Cehat y PwC en conjunto. Baleares es la región que tiene mayor nivel de ocupación previsto y este mes tiene el 71% de toda su planta alojativa reservada, pero también el resto de destinos de costa: Canarias tiene ocupado el 61% de las habitaciones y Andalucía el 56%.
El sector teme a que la depreciación de la libra esterlina frene la llegada de turistas británicos después de verano
También se confirma la recuperación del segmento urbano, con Barcelona y Madrid como absolutos protagonistas. La ciudad condal está ya al 60% y la capital al 38%, triplicando ambas las reservas del año pasado a estas alturas. Por el momento se espera que el verano termine con un 95% de la ocupación registrada en el último año prepandemia.
Otoño preocupante
Aunque el sector valora el pronóstico para el verano de forma positiva, ya teme a que las amenazas macroeconómicas acechen a la actividad hotelera en los meses siguientes por la subida de tipos y el crecimiento del Euribor. «El coste del dinero será más caro y podría reducir el poder adquisitivo del consumidor que tendrá mayores gastos hipotecarios, además de golpear la rentabilidad de los hoteleros que tendrán que afrontar un coste más alto de financiación», explicó el socio responsable de turismo, transporte y logística de PwC, Cayetano Soler.
Pero no son los únicos desafíos a los que podría enfrentarse el sector. También miran de reojo a la evolución del valor de la libra esterlina, sabedores de que una fuerte depreciación de la moneda británica podría retraer la demanda del primer mercado emisor para España o trasladarla a otros países competidores. «Aunque sus intenciones de viaje ahora mismo son superiores a 2019, este factor le tendrá que afectar con toda seguridad si continúa la devaluación», aseveró Soler.
En todo caso, el turista británico volverá a visitar este verano las playas españolas como antaño. Tras dos años de veto sanitario a nuestro país, los hoteles ya esperan más llegadas desde nuestro principal mercado emisor que en 2019.
Por otro lado, Cehat volvió a lanzar un órdago al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que, un año más, no ha actualizado los precios de los viajes del Imserso a pesar de las reiteradas denuncias de los hoteleros que sufren un incremento de costes del 30%. «El programa no está de acuerdo a los tiempos que vivimos y la Administración no hace frente. Se están poniendo en peligro a las empresas que han adquirido un importante pasivo durante todos estos años para afrontar la temporada de los viajes sociales», remarcó ayer el presidente de la patronal de alojamientos turísticos, Jorge Marichal.