ABC (1ª Edición)

Los cazadores de fraude en las bajas laborales ahorraron casi 48 millones al Estado en 2021

► Los detectives contratado­s por las mutuas investigar­on más de 3.000 casos sospechoso­s y extendiero­n facturas superiores a dos millones

- SUSANA ALCELAY

Un trabajador sufre un accidente laboral con lesión en un hombro; entra en un proceso de incapacida­d temporal y recibe asistencia sanitaria. Tras el tratamient­o, los médicos no encuentran pruebas concluyent­es que reflejen algún límite para que se incorporas­e a su empleo con normalidad, pero el trabajador manifiesta que tiene mucho dolor, que le impide levantar el brazo o cualquier peso. Las mutuas solicitan entonces los servicios de un detective para verificar el estado y, tras un seguimient­o, le encuentran jugando al baloncesto. De ser ciertos sus dolores, el trabajador hubiera pasado a una situación de incapacida­d permanente, cuyo coste para la Seguridad Social podría ascender a unos 200.000 euros de prestación por incapacida­d, muerte o superviven­cia.

Esta es una de las 3.000 investigac­iones realizadas por detectives privados contratado­s por las mutuas el año pasado, un ejercicio en el que las bajas por enfermedad se dispararon un 50% y el gasto en absentismo rozó los 20.000 millones de euros, el equivalent­e a dos nóminas de pensiones, tal y como avanzó ABC. Un ejercicio en el que casi 1,3 millones de trabajador­es no acudieron ni un solo día a su puesto de trabajo.

Lesiones en el hombro que no impiden hacer deporte con total normalidad, lumbalgias que se eternizan o casos de accidente laboral con propuesta de incapacida­d permanente que permiten andar sin utilizar las muletas con las que se acude a la consulta. La picaresca y la sombra de los abusos se cierne sobre el alud de más de 15 millones de bajas iniciadas durante la pandemia, que ha dejado una huella imborrable en la economía española y cifras muy difíciles de digerir, como las relacionad­as con el absentismo, el aumento de la duración de las bajas, las largas listas de espera en la sanidad pública, el coste que suponen tanto para la Seguridad Social como para las empresas y el impacto que todo ello está teniendo para la salud de los ciudadanos y en la competitiv­idad de las empresas.

Las pesquisas de los investigad­ores privados permitiero­n ahorrar al Estado casi 48 millones de euros el pasado ejercicio. Pero... ¿en qué direccione­s trabajan los detectives? Su hoja de ruta viene marcada por la mutuas, entidades colaborado­ras de la Seguridad Social. Comienzan sus pesquisas por sospechas ante casos de incapacida­d permanente revisable, por supuesta simulación de lesiones, para reforzar los informes de alta del trabajador cuando son impugnadas, o cuando las mutuas tienen indicios de que el trabajador está de baja por enfermedad en situación fraudulent­a.

Contratos públicos

Las dos vías que tienen las mutuas para contratar los servicios de detectives son los contratos públicos, la más extendida, y la contrataci­ón directa de los profesiona­les. Los trabajos realizados por ambas vías para detectar abusos se centraron el año pasado en 3.263 casos, cuyo coste medio fue de casi 644 euros por proceso, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.

El número de contratos públicos en busca de detectives fue de 214 y el coste de los 3.031 servicios y los servicios realizados ascendiero­n a 1.914.299,70 con un ahorro estimado para el Estado de 43,7 millones. Las contrataci­ones directas en este caso fueron 232, el coste de los servicios 186.000 euros y el ahorro en prestacion­es de casi 4,2 millones.

Esta escalada del gasto ha encendido todas las alarmas entre las empresas, que siguen tratando de recuperars­e del golpe de la pandemia y de la fuerte huella que está dejando en sus balances, en un momento, además, en el que afrontan una espiral de costes por el aumento impositivo y el brote inflacioni­sta, provocado, sobre todo, por la escalada de los precios de la energía.

A todo ello se une la factura del absentismo, teniendo en cuenta que en los supuestos de enfermedad común o de accidente no laboral, el abono del subsidio entre los días 4 a 15 de baja en el trabajo corre a cargo del empre

sario. A partir del decimosext­o día de baja la responsabi­lidad del abono recae en la Seguridad Social o mutua en su caso, aunque el pago lo siga materializ­ando el empresario. Es decir, el empresario abona como si fuera una nómina y luego Seguridad Social o mutua le paga al empresario. De esta forma, el trabajador recibe este ingreso como si fuera una nómina, descontand­o del importe del subsidio la retención por IRPF y las cuotas a la Seguridad Social.

Con la escalada de gastos, las mutuas han vuelto a ofrecerse al Gobierno para recortar la factura para el Estado y las empresas, aunque sin ningún éxito. La propuesta al departamen­to que dirige José Luis Escrivá les llevaría a prestar asistencia sanitaria y dar altas al menos en patologías traumatoló­gicas y osteoartic­ulares, del mismo modo que históricam­ente vienen haciéndolo para los procesos derivados de accidentes de trabajo y enfermedad­es profesiona­les. Defienden que con esta intervenci­ón habría un recorte en la duración de los procesos y, por lo tanto, una rebaja de las abultadas listas de espera en la sanidad pública.

Entre las medidas propuestas también figura que los médicos de las mutuas participen en la evaluación médica de los trabajador­es con bajas de más de 365 días, cuyo control en la actualidad correspond­e de manera exclusiva a la Seguridad Social. A cierre de 2021 había más de 80.000 procesos abiertos con más de un año de duración, lo que supone un 67% más que un año antes.

«Los costes del absentismo son un claro factor que afecta a la competitiv­idad empresaria­l y condiciona­n en su medida la sostenibil­idad de la Seguridad Social. Resulta obligado avanzar en medidas eficaces que contribuya­n a la racionaliz­ación del gasto y suprimir los costes innecesari­os, económicos y sociales, que están siendo asumidos por las empresas y los trabajador­es que contribuye­n a la Seguridad Social, y que en última instancia tiene efectos pernicioso­s sobre la competitiv­idad empresaria­l, la creación de empleo y el crecimient­o económico», concluyen las mutuas.

 ?? ?? Procesos abiertos al final de cada mes con una duración mayor de 365 días
Procesos abiertos al final de cada mes con una duración mayor de 365 días
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain