La ola de calor deja 360 muertos en España en sus primeros 6 días
∑ Un operario de limpieza falleció en Madrid, tras un golpe de calor en la calle
Los efectos de la ola de calor en España ya muestran sus peores consecuencias. Hasta 360 muertos se han registrado por las altas temperaturas de los últimos seis días, según ha contabilizado el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad.
El viernes se alcanzó el pico máximo de la estadística, con 123 decesos en un día. Uno de los casos, producido el pasado viernes, fue el de un operario municipal de limpieza de Madrid, que sufrió un golpe de calor mientras trabajaba. A las 17.30 horas, Emergencias Madrid recibió un aviso de un hombre que se había desplomado y que se encontraba inconsciente en la calle. Una dotación del Samur-Protección Civil encontró al hombre, de 60 años, inconsciente y con una temperatura corporal de 41,6 grados. Ante esta situación, el equipo sanitario le aplicó hielo frío en las axilas, ingles y en la nuca, además de darle suero salino frío. Al ver que estas medidas eran insuficientes para que la víctima recobrase el sentido, los sanitarios intubaron al hombre, que fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón en estado grave. Horas más tarde, falleció. Este caso forma parte de un problema que se repite una vez más este año, en la segunda ola de calor que asola a nuestro país. Ya entre el 11 y 18 de junio se registraron 700 muertes relacionadas con las altas temperaturas, según datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria del Instituto de Salud Carlos III (MoMo). Ahora, estas alarmantes cifras pueden continuar al alza si las temperaturas no dan tregua a una Península Ibérica devastada por los fuegos en cuatro comunidades: Andalucía, Castilla y León (60 muertes relacionadas por altas temperaturas), Extremadura y Galicia.
Motivos de las defunciones
Javier Millán, urgenciólogo y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) de la Comunidad Valenciana, explica a ABC que un paciente con problemas infecciosos, respiratorios o diabéticos puede empeorar su salud debido a la exposición de las altas temperaturas del verano.
Sobre los grupos de riesgo más vulnerables al calor, Emergencias los clasifica en dos grupos: mayores de 65 años, embarazadas y menores 4 años; y personas con problemas crónicos de obesidad, vasculares, o con demencias. «La mortalidad por altas temperaturas es por varias causas, no solo por golpes de calor. De hecho, de las 10.600 defunciones producidas por la ola de calor de 2003 en España, menos del 2 por ciento lo fueron por golpes de calor», afirma José Manuel Fandiño, presidente de Semes-Galicia, que atribuye la mayoría de las muertes por calor a descompensaciones metabólicas del cuerpo.
Fandiño advierte de que superar los 40º puede suponer una alteración de la regulación de la temperatura corporal: «Puede ocasionar cefalea, pérdida de conciencia, vómitos, coma, hasta un fallo multiorgánico que, en los peores casos, ocasione la muerte».
El sudor, mecanismo clave
El primer mecanismo compensador del cuerpo ante el calor es el sudor; si se ve alterado por enfermedades patológicas, da lugar a una elevación de la temperatura corporal: «Se altera esa capacidad del cuerpo de autorregularse, como sucede en personas mayores o enfermos crónicos. La capacidad de adaptación se ve limitada», explica Millán.
Desde 2003 existe en España un Plan de Prevención Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud: «La población está más informada. Por este motivo se previene cada vez más», coinciden tanto Fandiño como Millán. «El cambio climático y factores socioeconómicos, como la elevación del precio de la energía, complican mucho esta problemática a todos los grupos de edad», afirma Millán en referencia a la situación actual en los hogares españoles. Por último, denuncia la repetida saturación de los servicios de Emergencias, entre un 15 y 30 por ciento y en aumento desde 2019, y que también se ven afectados por los problemas ocasionados a la exposición de altas temperaturas.