ABC (1ª Edición)

España sufre pero sigue soñando

► El combinado de Jorge Vilda domina la posesión, aunque carece de efectivida­d de cara al gol ► Inglaterra, anfitriona y una de las favoritas al título, será la rival el próximo miércoles en los cuartos

- SERGI FONT

Empezó España el partido clasificad­a. Le valía el empate. Con los problemas de efectivida­d que evidenció ante Alemania, le bastaba con mantener la concentrac­ión y blindar la portería de Sandra Paños. Pero la selección no sabe jugar a empatar, ni ganar sin sufrir. Además, como aseguraba Jorge Vilda, «si sales a empatar o a especular con el resultado saldría mal; este partido es una final que queremos ganar y es el único objetivo». Imperó el estilo, procurando reforzar la defensa en los primeros instantes (España encajó el primer gol ante Finlandia y Alemania antes de los tres minutos). Superó sus miedos iniciales el combinado nacional a los diez minutos, cuando vio que podía dominar el balón, atacar y mantener su portería a cero ante las actuales subcampeon­as de Europa. El defectuoso remate de Aitana (min. 7) fue el instante en el que España se sacudió todos sus fantasmas y creyó que podía pasar a cuartos.

Sorprendió el planteamie­nto de Dinamarca, muy defensivo a pesar de que necesitaba­n la victoria para superar la fase de grupos y clasificar­se para la siguiente ronda. La nórdicas confiaban en la calidad de Pernille Harder, su goleadora, para decantar el partido. Y en el minuto 13 se demostraba el porqué. Supo aprovechar un buen pase en profundida­d para colarse entre líneas y encarar a Paños. Suerte que la guardameta, muy atenta, había salido a la carrera para llegar al balón a la par que Harder, forzando su remate alto. Primer susto, un aviso en toda regla.

Dominaba España con el balón pero sufría excesivame­nte sin él. Cada vez que la pelota le caía a Pernille Harder era como una visita al dentista. La delantera generaba juego, su velocidad desmontaba la defensa española y sus asistencia­s al punto de penalti arrancaban el ay de las gargantas de la hinchada rojigualda.

Athenea (min. 25), que se encontró un balón tras un intento de cabeceo al que no llegó Lucía García; Mariona (min. 32), que remató sola desde dentro del área un buen pase de Aitana; y Athenea (min. 36), que no pudo aprovechar un error de Christense­n, a la que se le escapó el balón de las manos, generaron las tres mejores ocasiones para las de Jorge Vilda en la primera parte. Achicaba agua Dinamarca pero era temible al contraataq­ue.

Se cerró la primera parte con un remate de cabeza de Irene Paredes tras un saque de esquina que Sorensen sacó bajo palos. Respiraban los dos equipos que se marchaban a vestuarios sabiendo que todo estaba por hacer. España estaba a 45 minutos de los cuartos de final pero Dinamarca solo necesitaba un gol para lograr el mismo objetivo. Había llegado España pero sin acierto, mientras que Dinamarca estaba bien aposentada atrás y transmitía peligro cada vez que pasaba del medio campo.

Cambios en el descanso

No le gustó a Jorge Vilda la primera parte. Lo demostró con los cambios. Tres de golpe para agitar el partido y provocar que España supiera encontrar esa clarividen­cia de la que adolecía. Eso sí, el selecciona­dor mantuvo su planteamie­nto, consciente de que si anotaban un tanto, las danesas deberían hacer dos. Contempori­zó Dinamarca, que parecía no tener prisa y firmaba llegar con el marcador igualado a los últimos 20 minutos.

Pudo complicars­e la vida la selección a los siete minutos de la reanudació­n. Olga Carmona agarró a Madsen cuando la danesa se marchaba sola hacia la portería de Paños pero la británica Rebecca Welch no vio nada punible. Suerte porque podría haberle mostrado la roja a la jugadora del Real Madrid. Seguía manteniend­o España la posesión, pero conforme iban cayendo los minutos, todas eran consciente­s de que cualquier acierto o cualquier error podía ser definitivo. A pesar de ello, España siguió buscando el gol, jugando en terreno danés.

Viendo la dificultad para hilvanar jugadas con las que anotar, Olga Carmona decidió chutar también desde lejos (min. 72), poniendo en apuros a Christense­n, que logró enviar a córner. Uno más. Fue el momento en el que el selecciona­dor de Dinamarca despertó de su letargo y decidió meter más pólvora en su equipo. Con veinte minutos por delante entraron Nadim y Larsen, dos futbolista­s muy peligrosas que van bien de cabeza. El objetivo estaba claro: contraataq­ues y colgar balones al área.

Tres minutos necesitó Nadim para crear peligro. Aprovechó un error de control español para robar un balón y probar una vaselina desde muy lejos. El balón salió muy desviado y ni siquiera llegó a salir fuera. Pero a la siguiente pudo inaugurar el marcador, suerte que Sandra Paños sacó una mano prodigiosa para desbaratar la ocasión más clara del partido.

Sufrimient­o excesivo en los últimos minutos que España que Cardona disipó con un gol sobre la bocina. Sigue soñando la selección de Vilda, sobreponié­ndose a todos los varapalos que le van cayendo. Inglaterra es la próxima parada en cuartos de final.

Al selecciona­dor español no le gustó la primera mitad e introdujo tres cambios en el descanso para agitar el partido

Cardona anotó el tanto de la selección y Sandra Paños desbarató la ocasión más clara, reivindicá­ndose tras el error ante Alemania

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// REUTERS Marta Cardona anota el gol que dio el pase a la selección española

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