De Dalí a la primera dama de Estados Unidos
El pasado 29 de junio se conoció la noticia de que Jill Biden había aprovechado su visita a Madrid –con motivo de la cumbre de la OTAN– para acercarse a la tienda Castañer de la calle Claudio Coello. La primera dama de los Estados Unidos compró unas alpargatas del modelo Klota y las paseó por las calles del céntrico barrio de Salamanca de regreso al hotel. A raíz de este suceso, la compañía de Bañolas reportó un 22 por ciento de aumento en su tráfico web, y las búsquedas de su calzado en Google se dispararon en un 190 por ciento.
A lo largo de su exitosa historia como marca, la compañía catalana se ha acostumbrado a que sus productos sean objeto de deseo de las celebridades del momento. Salvador Dalí, por ejemplo, fue cliente habitual de Castañer, y durante los años 70 solía acudir a una pequeña tienda de Figueras (Gerona) desde donde la firma distribuía su producto por el Ampurdán.
En los años 30, antes de la popularidad de Castañer y el despegue definitivo de este calzado, el uso de la alpargata como elemento veraniego ya estaba algo extendido en la costa catalana y la Riviera francesa. También existe registro de su uso discrecional en los Estados Unidos, donde gozaba de cierto prestigio entre las celebridades del Hollywood clásico, como Audrey Hepburn, Grace Kelly, Rita Hayworth o Humphrey Bogard.
A mediados de los 60 –igual que Biden–, la mismísima Jackie Kennedy llegó a pasear este calzado por las calles de Nueva York. Hoy en día goza de cierta popularidad en el seno de la Familia Real británica, y Kate Middleton y Meghan Markle son clientas habituales de la firma y hacen gala de sus alpargatas varias veces durante el verano. También esta es la marca favorita de la Reina Letizia, que tiene una relación directa con la firma y cada verano encarga un par a través de su estilista.