«Tengo pendiente pintar el desnudo de Macarena»
► El artista Aldo Comas inaugura nueva exposición en Ibiza: «Me inspiro con el corazón más que con la cabeza»
Esta semana ha presentado su exposición de pintura en Ibiza y una vez más Aldo Comas ha sabido rodearse de su gente y acaparar los mejores elogios. Polifacético en gustos y profesiones, pero sobre todo un apasionado del vuelo libre y la pintura, Aldo es el hombre de las mil caras. Hoy uno de sus mayores logros está en la caravana solidaria que organizó para las víctimas de la guerra de Ucrania y es que, aparte de talento, tiene un corazón que no le cabe.
— Vuelve a Ibiza con la exposición ‘Todo’ donde presenta quince obras más alguna escultura y hasta una silla de montar o un traje de luces versionado por su arte. ¿Lo suyo va en serio?
— Cuando hace unos años aposté por dedicarme al máximo al arte sabía que iba en serio. Hoy han pasado cuatro años y lo que he traído a Ibiza es una muestra de mi pequeña evolución a lo largo de este tiempo y cómo he ido cambiando de estilo.
— ¿Dónde puedo encontrar un cuadro de usted?
— Hay obra mía repartida por muchas partes del mundo. Desde República Dominicana a Estados Unidos, Londres, Italia, México… y por supuesto en España.
— ¿Es muy caro?
— Creo que no. Mi obra oscila entre los 1.000 y 7.000 euros. Creo que está acorde a mi tiempo de artista que no llevo tanto pero me está yendo muy bien hasta el punto de que hoy puedo decir que vivo del arte y eso me hace muy feliz.
— ¿Qué cuadro no vendería nunca?
— Tras la muerte reciente de mi abuela hoy ya no venderé ninguno de los que ella hacía. Antes cogía sus óleos, que jamás había expuesto por vergüenza, y me dediqué a pintarlos encima y firmarlos al alimón en una especie de homenaje que le hacía en vida. Acaba de fallecer hace unos días y siento tal pena que por nada del mundo quiero desprenderme ahora de esos cuadros.
— ¿Dónde se inspira para su obra?
— Me inspira la belleza en general. El Ampurdán que es donde vivo, mi hijo, el amor, la vida y el intentar hacer que todo sea más bello. Me inspiro con el corazón más que con la cabeza y por eso hay obras mías que tienen un punto de oscuridad que intento pintar con colores alegres pero en el fondo tengo una batalla interna con la que intento esconder esa oscuridad que, pese a todo, muestro alegre y de una manera bella.
— Meses atrás se involucró al máximo con las víctimas de la guerra en Ucrania formando una caravana solidaria.
— Sigo involucrado en todo. Fue la gran locura de mi vida. Estuvimos 38 horas conduciendo con un convoy con 43 personas. Llevamos 50.000 euros en materiales. Se descargó todo a velocidad máxima y volvimos con 70 refugiados y durante el viaje estuve haciendo llamadas para encontrar casas de acogida para todos. Insisto que fue una locura increíble. Pero al regresar hemos seguido en contacto con los ucranianos que llegaron y gestionando sus situaciones. En mi vecindad han quedado 16, en mi casa tengo a alguno viviendo, les buscamos curro… el 75 por ciento se han quedado encantados, otros han decidido volver porque no se adaptaban o añoraban lo suyo, pero ha habido de todo.
— ¿Ha contado con algún tipo de ayuda institucional?
— No. Todo es por iniciativa privada y la gente en España se ha volcado mucho. Es más, las instituciones se apartaron e incluso hubo cierto conflicto porque la Generalitat había dado la orden de no apoyar las acogidas . No sé si porque la situación se estaba desbordando ya que en Barcelona sigue habiendo miles de refugiados sin acoger en familias y están en el pabellón de Cruz Roja. Será por eso porque no creo que haya otro motivo ni mala leche.
— ¿Cómo ha cambiado Aldo tras vivir esa experiencia?
— Me pasé llorando por las esquinas mucho tiempo a la vuelta de la caravana por la cantidad de energía que estuve absorbiendo. Ha sido una experiencia espectacular y claro que me ha cambiado. El último día dormimos todos en el pabellón. Ha sido muy fuerte todo.
— Dice que se inspira en el amor y de eso tiene mucho en la vida. Su mujer, la actriz Macarena Gómez, su hijo Dante con el que se encuentra en las Baleares.
— Macarena está rodando la serie ‘30 monedas’ con Álex de la Iglesia y ya es tradición que yo viaje con mi hijo antes. Estamos muy bien con nuestro niño y si viene otro pues será bienvenido.
— En sus múltiples facetas también es protagonista de la serie en Netflix ‘First Class’. Dicen que quien mucho abarca…
— Lo que más me gusta en la vida es volar y pintar y eso es lo que reflejo en ‘First Class’. En cuanto a convertirme en actor, prefiero dejárselo a Macarena. No digo que no a nada, pero reconozco que donde soy feliz es viviendo en el campo, levantarme y pintar, estar con mi hijo, tener una vida tranquila…
— ¿Se siente comprendido por la gente?
— Tengo super “proaldos” y también “haters”, pero te aseguro que no me importa nada porque está claro que cuando tienes una personalidad expansiva como la mía hay gente que no le mola y qué le voy a hacer.
— ¿Qué le quita hoy el sueño?
— Intento que nada. Evidentemente los miedos clásicos como la muerte o enfermedad, pero no me regocijo en esos pensamientos y sí en buscar momentos felices.
— ¿Ha pintado a Macarena?
— La he pintado de diferentes maneras y formatos pero aún no la he tenido quieta y desnuda para un retrato. Es algo que tengo pendiente. Quiero hacer el gran desnudo de Macarena.
Solidario «En mi vecindad han quedado 16 refugiados ucranianos, en mi casa tengo a alguno viviendo»