Lambán habría preferido otro líder del PSOE, pero dice que no es «desleal» a Sánchez
El presidente de Aragón asegura que a España le iría mejor con Javier Fernández
El presidente socialista del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, realizó ayer una confesión política de largo alcance. Tan largo que no tuvo otro remedio que intentar matizarla al final del día con un mensaje a través de su perfil de Twitter. Durante un coloquio sobre el Estado de las Autonomías en Zaragoza, donde coincidió con el ex presidente socialista del Principado de Asturias Javier Fernández –el hombre que dirigió la gestora del PSOE entre 2016 y 2017, en el periodo entre la dimisión de Pedro Sánchez y su vuelta a la secretaría general de los socialista tras derrotar en las primarias a Susana Díaz – Lambán aseguró que a él le hubiera gustado que fuese el sucesor de Alfredo Rubalcaba en 2014, cuando el exministro dimitió como máximo dirigente de la formación. Lo que ocurrió entonces es que Sánchez derrotó en unas primarias al socialista vasco Eduardo Madina. Pero Lambán habría preferido a Fernández y aún hoy cree que a España le «hubiera ido mejor».
El terremoto político que provocaron sus declaraciones no se hizo esperar. Y forzó que pasadas las ocho de la noche Lambán tratara de explicarse en las redes sociales. «A propósito de mis palabras de afinidad y coincidencia con Javier Fernández, que me llevó a pedirle que liderara el partido cuando dimitió Rubalcaba, que nadie las entienda como una deslealtad hacia Pedro Sánchez [cuya cuenta en Twitter enlazaba en el mensaje]. Discrepando en algunas cosas, cuenta con toda mi lealtad y apoyo».
Pactos con el PP
En el citado coloquio, el presidente aragonés tuvo ocasión de pronunciarse sobre esa crisis fratricida de los socialistas en 2016, cuando el partido se rompió en dos ante la abstención para posibilitar la investidura de Mariano Rajoy, a la que Sánchez se oponía. A su juicio, entonces «prevaleció la visión que representaba Javier y dio lugar a la investidura de Rajoy». Algo que a su juicio invalida la opinión de que, «cuando alguien dice que los pactos de PP y PSOE con altura de miras son imposibles, olvidan que fue perfectamente posible en esa investidura y que eso abrió un abanico de posibilidades con Javier de presidente de la gestora que pudo haber dado lugar a dinámicas bien interesantes».
Siguiendo con ese relato, señaló que «después el PSOE celebró unas primarias, invento maligno donde los haya, y eso ha dado lugar, junto con la contaminación populista a que, de una u otra forma, todos estamos sufriendo, a que en este momento todos los partidos sean cualquier cosa menos estructuras democráticas».
Lambán, junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcíaPage, ha sido de los barones del PSOE críticos con decisiones del Gobierno como la supresión de la sedición.