La condena a seis años de cárcel a Cristina Kirchner ahonda la división del país
La Fiscalía pedía para la vicepresidenta argentina doce años por corrupción y fraude, aunque podrá recurrir El presidente, Alberto Fernández, salió ayer en su defensa a pesar de los numerosos choques entre ambos
La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue condenada ayer por la Justicia a seis años de prisión por administración fraudulenta. Así también, se le prohíbe ocupar cargos públicos de por vida. Era un fallo esperado en vilo por todo el país. Junto a la expresidenta argentina, también fueron condenados otros exfuncionarios y empresarios acusados también de haber formado parte de una red organizada de corrupción cuando la actual vicepresidenta estaba al mando de la nación.
Apenas se dio a conocer el horario en el que se haría pública la sentencia –sobre las 17.30 locales según lo confirmó sobre el mediodía el juez Gorini–, la militancia afín al kirchnerismo se dirigió de inmediato a los tribunales de Comodoro Py, donde se leyó el fallo judicial, para apoyar a la actual vicepresidenta, quien enfrentaba una petición de la Fiscalía de hasta 12 años de prisión por asociación ilícita y por fraude realizada por los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola. La sentencia fue leída ayer por los jueces Gorini, Basso y Rodríguez Uriburu.
Se esperaba que la movilización fuera a más a medida que avance la tarde de Buenos Aires. Al cierre de esta edición ya empezaban los disturbios por parte de los seguidores de Kirchner. Por ese motivo, y para evitar inconvenientes, se puso en marcha un importante dispositivo de seguridad en los alrededores de esta sede judicial. A través de las redes sociales, algunos militantes convocaron a la cita con la frase «paremos el golpe», en referencia a la idea de un intento de golpe de Estado. También invitaron a hacer de esta fecha «un nuevo 17 de octubre», en referencia al Día de la Lealtad, en que el peronismo se reúne todos los años para conmemorar una fecha clave del movimiento. «Hoy miles vamos a ganar la calle. Venimos pidiendo que la gente vaya», aseguró en esta misma línea el titular de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) en conversación con la emisora local El Destape radio.
Es de esperar que los ánimos se calienten a medida que avance la tarde en Argentina, madrugada española, tras darse a conocer el fallo, dado que Cristina Fernández de Kirchner ya anticipó que se pronunciará al respecto ayer mismo desde el Senado nacional, posiblemente a través de las redes sociales.
Otro de los potenciales epicentros de las movilizaciones para esta tarde es el Senado nacional, donde se esperaba también la llegada de manifestantes en apoyo a la vicepresidenta.
Cristina Fernández de Kirchner aseguró en una entrevista que su sentencia estaba ya decidida de antemano
Es allí mismo donde Cristina Kirchner escuchó la sentencia del juicio que puede cambiar su destino político para siempre.
Pese a los infinitos vaivenes en la relación entre el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, y pese a que gran parte del mandato que cumple tres años el próximo 10 de diciembre han estado enfrentados, en las últimas semanas el jefe de Estado no ha dudado en salir a mostrar su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner.
Sin ir más lejos, la semana pasada el presidente utilizó sus redes sociales para exponer públicamente su adhesión a los argumentos que expuso la funcionaria en un discurso que dio en el que volvió a sostener que su sentencia estaba escrita de antemano y que estuvo acompañado luego por un documento en el que la vicepresidenta se refirió a las «20 mentiras de la causa Vialidad». «Comparto los argumentos de la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre la llamada Causa Vialidad. Como decía Francisco Carrara, cuando la política entra en los tribunales, la justicia se escapa por la ventana», aseguró Alberto Fernández una vez finalizada la exposición de su vicepresidenta.
Dos países en uno
El dictamen que ayer dio a conocer la Justicia en la tarde porteña, sea cual fuere, tendrá como respuesta segura una acentuación de la división que sufre el país del tango. Aunque la hubieran declarado inocente, se hubiera desatado la furia en algunos sectores del país que la consideran la líder de una organización criminal que, a través del Estado, llevó a cabo una red de corrupción enorme. Pero si, por el contrario, y como la misma Cristina Kirchner lo anticipó, el veredicto de culpabilidad, probablemente paralice el país y una ola de manifestaciones inunde todas las regiones de Argentina.
Si hay algo inevitable a estas alturas es que se acentúe esa división. Alguna primera señal en este sentido se advirtió el pasado 1 de septiembre, con el ataque a la funcionaria en la puerta de su domicilio. Y es de esperar que el fallo de ayer martes agudice más las diferencias.
En medio de las movilizaciones sociales y de sindicatos y ciudadanos afines al kirchnerismo que se dan cita en la sede de la Justicia en la soleada tarde de Buenos Aires comienzan a verse pancartas con mensajes muy claros. También se ven pintadas en las paredes que anticipan lo que podría ser el inicio de una campaña presidencial. Los mensajes son todos muy parecidos: ‘Cristina 2023’.