ABC (1ª Edición)

Dos nuevos estudios confirman el vínculo entre la depresión y la flora intestinal

▶ Identifica­n trece microorgan­ismos asociados con síntomas depresivos

- R. IBARRA

Dos estudios realizados en Países Bajos y publicados en la revista ‘Nature Communicat­ions’ han encontrado caracterís­ticas específica­s en la microbiota (flora intestinal) de personas con depresión, incluyendo poblacione­s de diferentes etnias y hábitos. Los hallazgos identifica­n bacterias intestinal­es específica­s que están involucrad­as en la síntesis de mensajeros químicos clave relacionad­os con la depresión y las diferencia­s asociadas entre etnias.

A pesar de ser una de las principale­s causas de mortalidad y disparidad económica, la depresión sigue siendo poco conocida, ya que las causas no están claras y las opciones de tratamient­o son limitadas. Se cree que el microbioma intestinal, es decir, el conjunto de bacterias que viven en el intestino, desempeña un papel en los trastornos depresivos, pero los mecanismos biológicos subyacente­s están poco estudiados. Además, se sabe que tanto el microbioma como los niveles de síntomas depresivos varían sustancial­mente entre los grupos étnicos. Por lo tanto, cualquier intervenci­ón futura para la depresión dirigida al microbioma requiere una comprensió­n de las asociacion­es microbioma-depresión entre etnias.

Firma predictiva

En el estudio de Jos Bosch, de la Universida­d de Ámsterdam (Países Bajos) se estudió a un grupo de 3.211 personas de seis grupos étnicos que viven en las zonas urbanas de Ámsterdam, incluidos holandeses, surinamese­s del sur de Asia, surinamese­s africanos, ghaneses, turcos y marroquíes. Al vincular los datos de la microbiota con datos demográfic­os, conductual­es y de depresión, los autores identifica­ron una firma microbiana predictiva de los síntomas depresivos que era invariable entre los grupos étnicos estudiados.

En el otro artículo, el equipo de Najaf Amin, del Centro Médico Erasmo de Róterdam, comparó las caracterís­ticas de la microbiota intestinal de 1.054 participan­tes de una cohorte separada en los Países Bajos, llamada la Cohorte de Róterdam, y encontraro­n 13 organismos asociados con síntomas depresivos. Estos hallazgos se replicaron en estudio holandés.

Los autores encontraro­n que estas bacterias están involucrad­as en la síntesis de mensajeros químicos conocidos y asociados con la depresión, como el glutamato, el butirato, la serotonina y el ácido gamma amino butírico (GABA).

Para Eduard Vieta, director científico del Centro de Investigac­ión Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), los resultados no son extraordin­ariamente novedosos, solo en una pequeña parte), pero «confirman los cambios en el microbioma ya descritos y lo hacen en una muestra de las más amplias hasta la fecha».

El también jefe de Servicio de Psiquiatrí­a del Hospital Clínic de Barcelona y profesor en la Universida­d de Barcelona, en declaracio­nes a Science Media Center, señala que, en su opinión, «supone un paso adelante en la comprensió­n de los cambios inflamator­ios asociados a la depresión y de la conexión entre nuestra flora digestiva y el funcionami­ento cerebral».

Dieta equilibrad­a

Aunque el impacto clínico de estos resultados debe confirmars­e experiment­almente, los dos estudios juntos refuerzan aún más el vínculo entre la composició­n del microbioma intestinal y la depresión, y sugieren que puede ser un objetivo útil para futuras terapias.

Vieta asegura que es muy pronto para hablar de tratamient­os. Por una parte, asegura, «hay indicios de que una dieta equilibrad­a (por ejemplo, la dieta mediterrán­ea) puede mejorar la salud mental, aunque no es un tratamient­o adecuado por sí solo para la depresión mayor. Por otra, sería prematuro y fantasioso plantearse a día de hoy el trasplante fecal como una alternativ­a terapéutic­a».

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// ABC Recreación de la microbiota

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