Tradición canaria puesta al día
Safe Cruz es un cocinero tinerfeño que hace siete años abrió, en el barrio de Las Letras de Madrid, el restaurante Gofio, la mejor embajada de la cocina canaria en la capital, con una merecida estrella Michelin. Safe interpreta la gastronomía de las islas desde una perspectiva actual, con platos que revisan y modernizan los más tradicionales de allá, dentro de un ambiente informal pero sin renunciar a la calidad. Una cocina diferente de la que encontramos habitualmente, arriesgada en ocasiones, de sabores intensos, pero con resultados muy satisfactorios.
El éxito de Madrid le llevó a poner los ojos en su tierra y hace casi cuatro años abrió en Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad emergente en lo gastronómico, otro restaurante, este Cuernocabra que hoy nos ocupa. Un espacio dentro de la zona gourmet de El Corte Inglés de la capital grancanaria, que se ha convertido en una de las mejores alternativas de la ciudad para comer bien de una manera absolutamente informal. Cruz mantiene aquí, incluso incrementa, su particular visión de la gastronomía isleña, en este caso de la más popular, y lo hace de una forma desenfadada, moderna y original, con una carta de tan sólo diez platos y tres postres con los que consigue resultados muy notables. Todos pensados para compartir y con precios asequibles. Y todos con el producto local como protagonista. Mas el valor añadido de una atractiva bodega centrada en los estupendos vinos canarios que elige Alberto Martín, sumiller de Gofio. El espacio se reduce a una cocina central con una barra donde sentarse y algunas mesas, abierto a esa zona gastronómica de los grandes almacenes. Todo está a la vista.
Como la carta es tan breve nos permite probar prácticamente todos los platos. Está muy bueno el aguacate de La Palma relleno de sama con una peculiar salsa rosa negra (18 euros), como lo está la tartaleta de queso de flor y de media flor con una logradísima salsa de tomate, tomatitos cherry a la brasa y albahaca (12). Aunque no es lo más logrado, resulta original la recuperación de ese sándwich llamado vikingo, que rellena con rabo de vaca y queso amarillo canario y acompaña con un mojo de aguacate (12). La tradición popular está muy presente en la carta. En la notable la ensalada de guachinche (12,50), inspirada en la que se hace en esas casas de comidas tradicionales, a base de cogollo de lechuga, maíz y una lograda salsa cremosa de mango y mostaza. En el rico pollo de asadero con mojo de pimientos asados (12) en el que utiliza contramuslos hechos a la brasa. En la ropa vieja de puchero (16) a la que añade una codorniz especiada y frita entera. Y en el plato más brillante de esa carta, ‘moros y cristianos’ combinación de carrillera de vaca, curry negro de tinta de calamar y arroz (18). Como postre es imprescindible probar la tarta de queso majorero cubierta de pimentón (8), una genialidad de Safe Cruz.