Las chicas del Masters
Augusta acoge desde hace 5 años un campeonato femenino en el que las golfistas españolas tienen gran protagonismo
Augusta se convierte cada mes de abril en el centro de las miradas de los golfistas. Aquí se disputa el mejor torneo del mundo en el mejor campo, lo que convierte a los afortunados que consiguen jugarlo en unos privilegiados. Sin embargo, al contrario de lo que sucede en los escenarios de los otros ‘majors’, aquí se trata de un escenario reservado solo para los hombres. Las profesionales no tienen opción de pisar las impolutas calles del National... al menos de momento.
Después de muchos años de activismo reivindicativo, la anquilosada estructura del club más elitista del planeta dio entrada entre sus socios a las mujeres en 2012 (hoy en día son siete las partícipes). Y con el aval de la propia Condoleezza Rice (la que fuera secretaria de Estado), desde el interior de la entidad se consiguió que siete años después se pudiera celebrar un evento internacional femenino en su recorrido. Se denominó ANWA (Augusta National Womens Amateur) y se determinó que tomaran parte en él las mejores aficionadas del planeta.
De esta manera, en tan solo cinco ediciones, esta competición se ha convertido en la más deseada por cualquier niña del mundo. «Desde que empecé a jugar al golf siempre soñé con venir a este campo, y ahora que lo he conseguido puedo decir que estoy superfeliz. Podría llorar de lo contenta que estoy», indica Carla Bernat, que todavía no salía de su asombro después de su paso por este torneo. Ella ha sido una de las siete españolas que han participado en esta edición, como muestra de la excelente salud del golf femenino hispano, y una de las cuatro que superó el corte.
Lo bueno que tiene esta competición, que se disputa los días anteriores tanto en el vecino diseño de Retreat como en el National, es que toda la organización es exactamente la misma que la del Masters, por lo que las chicas no dan crédito a lo que viven en cada momento. «Ver los campos llenos de gente y cómo está todo organizado es espectacular y motiva mucho», prosigue la
España ha sido el país más representado en el ANWA después de Estados Unidos, con siete jugadoras entre las 72 mejores del mundo
castellonense, que tiene como entrenador al padre de Sergio García y que ahora disfruta de una beca en la universidad de Kansas State. Por eso aquí no cuenta tanto el resultado que se obtiene como las experiencias que cada una de ellas se va a llevar para casa. «Jugar el Amen Corner bajo par es algo que aún seguiré recordando después de cincuenta años», bromea Paula Martín, que mantiene muy fresco en su memoria el ‘birdie’ que realizó en el mítico hoyo 12 de Ben Hogan ante un público enfervorizado que abarrotaba la zona, en una perfecta mañana primaveral típica del lugar, con sol, viento y bastante humedad. Por eso ya no se acordaba de las cuatro bolas que se le quedaron lamiendo los hoyos o del doble ‘bogey’ con el que se despidió.
Después de poder jugar en Augusta National (incluso las que no superaron la criba también disfrutaron de una ronda de prácticas en el edén), sólo queda disfrutar. Aunque haya quien se lo tome un poco peor al ser competitivas hasta la médula. «Me voy un poco enfadada porque hoy no he jugado bien», señala la campeona mundial Cayetana Fernández, «pero esto me va a dar energía para volver año que viene más preparada si cabe para ganarlo. Y no cejaré hasta conseguirlo», amenaza con una sonrisa. Esa es la actitud de una competidora nata, como es la madrileña.