Tolerancia selectiva
La multiculturalidad es la carta de naturaleza del mundo occidental. Supone en principio aceptar posturas opuestas a las quizá generalmente asentidas. El problema surge cuando quien discrepa de los estándares establecidos se declara cristiano, siendo entonces cuando brotan las persecuciones más ácidas, pues la tolerancia liberal recha-
za todo aquello que no le gusta. El laicismo intolerante es el causante de que el Estado se adueñe del mercado de las ideas, ostentando un patrimonio moral según le convenga. De esta forma establece su propio orden ético, haciendo oficial el confesionalismo de lo políticamente correcto. La hostilidad anticristiana ataca tres puntos vitales: el social, con burlas y agresiones a símbolos religiosos; el legal, con restricciones de derechos y libertades fundamentales; y el político, con marginaciones improcedentes.