Eugenia de York se casará en otoño con Jack Brooksbank
Por si fuera poca la expectación levantada en torno a la boda del Príncipe Harry con Meghan Markle, el próximo 19 de mayo, un nuevo enlace nupcial tendrá lugar en el seno de la Familia Real británica este mismo año. El Palacio de Buckingham anunció ayer que Eugenia de York, segunda hija del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson, se casará con el empresario Jack Brooksbank, con quien mantiene una relación desde 2010.
«El Duque y la Duquesa de York están encantados de anunciar el compromiso de la Princesa Eugenia con el señor Jack Brooksbank. Su Alteza Real y el señor
Jack Brooksbank se comprometieron en Nicaragua a principios de este mes. La boda será en otoño de 2018 en la Capilla de San Jorge, en Windsor», rezaba el comunicado emitido ayer. El escenario del enlace es el mismo en el que esta primavera se darán el «sí, quiero» el hijo pequeño de Lady Di y la actriz estadounidense, bajo la atenta mirada del mundo y en especial de los británicos, que ya tienen la fecha marcada en rojo en el calendario.
Horas después de que se conociera el nuevo compromiso, se distribuían las imágenes oficiales de la pareja, tomadas en la Picture Gallery del Palacio de Buckingham. Para el posado, la Princesa eligió un vestido de Erdem y unos zapatos de Jimmy Choo. Y mostró orgullosa su anillo de compromiso: un zafiro padparadscha rodeado de diamantes. Se trata de una gema de color amarillorosa, cuyo nombre significa «color de loto». Los Duques de York, divorciados desde 1996, aunque con excelentes relaciones, expresaron su entusiasmo ante la boda de su hija: «Estamos muy contentos. Jack es un joven absolutamente excepcional», escribió en Twitter el Príncipe Andrés, tercer vástago de Isabel II y Felipe de Edimburgo.
Eugenia de York y Jack Brooksbank se conocieron durante unas vacaciones en Verbier (Suiza), a través de unos amigos comunes. Su noviazgo ha sido largo y no siempre ha resultado fácil. Los futuros contrayentes han tenido que sobrevivir a cientos de kilómetros de distancia, después de que la Princesa aceptara un trabajo en Nueva York, dejando en la capital británica a su pareja, un empresario del sector de la hostelería que se ha labrado un nombre como gerente de los clubes más exclusivos de Londres.