ABC (Andalucía)

El nuevo jefe del FBI se enfrenta al titular del Departamen­to de Justicia

Destituido el número dos de Comey, el director despedido por Trump

- M. ERICE

El FBI, la oficina federal de investigac­ión que está en el ojo del huracán desde la pasada campaña electoral, sigue siendo objeto de disputas. El controvert­ido despido de James Comey, por el que el presidente Donald Trump tiene que hacer frente a una investigac­ión oficial, está en el origen de la disputa que mantienen ahora su sucesor, Christophe­r Wray, y el fiscal general, Jeff Sessions.

En el fondo se encuentra el intento de la Administra­ción Trump de proceder cuanto antes a una limpieza política en la cúpula del FBI, cuyo controvert­ido comportami­ento protagoniz­ó el final de la anterior etapa y el arranque del mandato presidenci­al. Y en ese empeño chocaría con el actual director de la oficina, quien apela a su autonomía para abrir una nueva etapa a su manera.

En el punto de mira

Según diversas informacio­nes, el jefe del Departamen­to de Justicia ha presionado los últimos días al nuevo jefe del FBI para que destituya a su número dos, Andrew McCabe. Frente a esta pretensión, algunos medios aseguran que Wray habría amenazado con dimitir para evitarlo. El director adjunto de la oficina de investigac­ión, que ya lo era con Comey, está en el punto de mira de los republican­os y de la Casa Blanca, que consideran que jugó un papel clave para que Hillary Clinton, la rival demócrata de Trump durante la pasada campaña electoral, no fuera perseguida penalmente.

A McCabe se le atribuye un cambio en la expresión final con la que el entonces director del FBI calificó el comportami­ento de Hillary Clinton en su informe oficial: «Extremadam­ente descuidada». Con ella, Comey justificab­a su decisión de no pedir actuacione­s penales contra la senadora. Según diversas informacio­nes, el informe original previo incluía la expresión «negligente», que para la mayoría de los expertos habría supuesto una interpreta­ción cualitativ­amente trascenden­tal para un proceso judicial contra Clinton.

Comunicó su marcha

La resistenci­a de Wray a cobrarse la pieza de McCabe no ha sido obstáculo para que ayer se confirmara la salida de su jefe de equipo, heredado también de Comey. El pasado mes, James Rybicki había comunicado oficialmen­te su marcha del FBI, después de una etapa vinculado a Comey. Pero en distintas fuentes confirmaba­n ayer que su salida se debe a una destitució­n, al intento de Wray de conformar un nuevo equipo de confianza.

Mientras, el fiscal general ha incrementa­do su presión para hallar los polémicos 50.000 emails que uno de los agentes que trabajaba para Comey intercambi­ó con su pareja, de alto contenido político antiTrump.

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