El Fisco pone al bitcoin, Amazon y Deliveroo en su punto de mira
La Agencia Tributaria también priorizará la cascada de datos que recibirá del exterior
La Agencia Tributaria lleva años echando la red sobre la economía digital para asegurar que los nuevos negocios tributen como cualquier establecimiento y la web no sirva de rendija para el fraude. En las directrices del Plan de Control Tributario de este año, publicadas ayer en el BOE, el Fisco fija como una de sus prioridades «la incidencia fiscal de nuevas tecnologías, como “blockchain” –el encriptado que asegura la seguridad de las divisas digitales–, y, en especial, las criptomonedas». Lo novedoso este año es que, además del posible fraude de usuarios, priorizará «la utilización por el crimen organizado de la Internet profunda, o “deep web”, para el tráfico y comercio de todo tipo de bienes ilícitos, así como el empleo de criptomonedas tipo “bitcoin” o similar como medios de pago».
Para combatir el blanqueo de capitales por estos medios, el Fisco potenciará las nuevas tecnologías de investigación y análisis de datos. Al vigilar los pagos el Fisco también pondrá especial atención a «monederos electrónicos» y «transferencias instantáneas» como Bizum o Twyp o las nuevas operaciones inmediatas entre bancos que comenzarán en noviembre.
La Agencia Tributaria escudriñará toda clase de negocios electrónicos. Junto a «modos de economía digital en los sectores de alquiler o en el transporte», como Airbnb o Cabify, el Fisco también tratará de que los clientes y prestadores de servicios y bienes de la llamada «gig economy» tributen. Este concepto engloba los trabajos ofrecidos a través de la web. En concreto el Fisco anuncia actuaciones de control sobre «aquellos fabricantes o prestadores de servicios que comercialicen sus bienes o servicios a través de internet, para detectar la posible existencia de tramas fraudulentas». Desde vendedores de bienes de valor por Wallapop a «youtubers», pasando por conductores en Uber o arrendatarios en Airbnb: a todos ellos, Hacienda les vigila y enviará avisos o cartas para que declaren sus ingresos.
El control del Fisco también afecta a los «nuevos modelos de distribución» de empresas de comercio electrónico que a veces están establecidas en España y otras en la UE. «Es preciso garantizar que su tributación es la adecuada y que su actividad no distorsiona los precios en perjuicio del comerciante establecido en España». Ello apunta a Ebay o Amazon.
El Fisco además repasa la inseguridad laboral de algunas empresas online a sus empleados, y buscará tener «información» para «evitar prácticas discriminatorias contra las formas de trabajo estables, en las que el trabajador goza de la debida protección, y asegurar una tributación equitativa». Precisamente, la Inspección de Trabajo de Valencia dio la razón a los empleados de Deliveroo ante un expediente por sus precarias condiciones.
A lo largo de 24 páginas, otros dos pilares sobresalen en el plan de la Agencia. El primero es la utilización masiva de datos que proporciona el reciente Sistema Inmediato de Información (SII) con el que más de 50.000 compañías informan al Fisco de su facturación en tiempo real. El otro pilar serán los datos de grandes patrimonios, sobre los que el Fisco trazará 50 riesgos fiscales predefinidos. Este año, además del SII, contará con información fresca por el nuevo intercambio automático de cuentas financieras con 53 jurisdicciones desde septiembre de 2017, que en 2018 serán 49 más. Sumado a los datos de la amnistía fiscal y de la declaración de bienes en el exterior, ha construido una macrobase de datos de grandes fortunas.