Un Ritz del siglo XXI
El centenario hotel madrileño, que acogió a Mata Hari, Hemingway, Dalí y a los Príncipes de Mónaco, cierra el 28 de febrero para renovarse sin perder su esencia
Fue un 2 de octubre de 1910 cuando Alfonso XIII inauguraba junto con el alcalde de Madrid, José Francos Rodríguez, en la plaza de la Lealtad, uno de los hoteles llamados a ser símbolo del lujo, distinción y modernidad: el Ritz. Era un encargo personal del Monarca al hotelero que da nombre al establecimiento, el suizo César Ritz, para que diseñara un espacio a imagen y semejanza de sus «hermanos» de París y Londres.
El próximo 28 de febrero, al mediodía, tras servir el último desayuno, el emblemático recinto cerrará sus puertas hasta finales de 2019. El objetivo: someterlo a una reforma integral que le devuelva su belleza original sin perder su esencia dentro del estilo Belle Époque, modificada tras sucesivos cambios. Los trabajos para rejuvenecer el espacio, de seis plantas, empezarán el 1 de marzo y cuentan con un
presupuesto de 99 millones de euros, sufragados por los propietarios: el consorcio árabe-chino Olayan y Mandarin Oriental.
Una de las claves del proyecto será recuperar la montera –la cúpula de cristal y metal– retirada en los años 80 por problemas técnicos, por lo que la luz natural inundará el salón. El restaurante principal volverá a tener acceso a la espléndida terraza, tal y como fue concebido por los arquitectos Charles Mewès y Luis Landecho. Además, incorporará un spa, un gimnasio y una piscina cubierta justo debajo del jardín que da a la plaza de Neptuno, en la planta -1, que aumentará de tamaño. Para ello excavarán hasta ocho metros de profundidad. El Ritz tendrá un nuevo bar y las habitaciones ganarán espacio, por lo que habrá menos: pasarán de 162 a 153, de las que 47 serán suites, cuatro más que ahora.
El corazón del hotel también será remozado por completo, lo que incluye
tuberías, instalaciones de servicios y las cocinas, enclavadas en la planta -1. No obstante, solo se modificará lo permitido por Patrimonio. «El hotel goza de protección externa e interna, y esta última solo permite modificar un 25% el volumen total edificable», explica Christian Tavelli, director general del hotel. El «Ritz del siglo XXI» estará capitaneado por el arquitecto Rafael de la Hoz, que fue el artífice de la restauración de su histórica fachada. Del diseño del interior se encargarán los franceses Guilles&Boissier, que cambiarán la decoración de forma sustancial, mezclando candelabros de cristal, pinturas antiguas, frescos, tapices y esculturas con elementos actuales.
«Queremos modernizar y rejuvenecer el hotel para que responda a las necesidades de los viajeros de esta época», dice Tavelli. En la pasada, alojó a la espía Mata Hari, a Hemingway, a Dalí y a los Príncipes de Mónaco en su luna de miel. Cada año, esta joya recibe a 52.000 clientes.
La reforma de esta joya turística, que cada año recibe a 52.000 clientes, costará 99 millones