EL FUTURO DEL ESPAÑOL EN CHINA
FUNDADO EN 1903 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA «Sumando los ciclos de secundaria y de bachillerato, son más de sesenta millones los alumnos a los que, en aplicación del nuevo diseño curricular, se les ofrecerá la posibilidad de estudiar español antes de en
UNA Tercera de ABC, publicada el 9 de marzo de este año por el entonces embajador de España en la República Popular China Alberto Carnero Fernández, nos advertía de un acontecimiento llamado a influir decisivamente en el futuro de nuestra lengua en aquel gran país.
A principios de 2018 el Gobierno chino aprobó un nuevo diseño de la enseñanza secundaria y del bachillerato en el que se contempla la inclusión de otras tres lenguas extranjeras en la oferta del currículo educativo además de las tres ya existentes, el inglés, el japonés y el ruso. Se trata ahora del español, el francés y el alemán.
Según informaciones posteriores, nos consta que las autoridades competentes han manifestado su necesidad de contar con apoyo para afrontar los dos grandes retos que su decisión plantea: por una parte, disponer de suficiente profesorado, bien nacional bien de nativos hispanohablantes, y por otra, contar con instrumentos docentes ad hoc: materiales didácticos, unidades y ejercicios prácticos, documentación y bibliografía sobre la lengua española.
En China cada año se presentan a las pruebas de acceso a la Universidad nueve millones de estudiantes, y las superan ocho. Quiero decir ocho millones (de otro modo estaríamos hablando no tanto de una selección sino de una verdadera masacre selectiva). Sumando los ciclos de secundaria y de bachillerato, son más de sesenta millones los alumnos a los que, en aplicación del nuevo diseño curricular antes mencionado, se les ofrecerá la posibilidad de estudiar español antes de entrar en la Universidad.
En este momento, de las 3.000 universidades que existen en China, unas 120 cuentan con departamentos de español. En aquel total, destacan ochenta catalogadas como «nacionales», algunas de ellas especializadas en los llamados «estudios internacionales», en consonancia con lo que desde hace ya varios decenios constituye una de las prioridades estratégicas del Gobierno: la apertura al exterior, la «internacionalización».
Entre las ocho mejores universidades nacionales de este sector se encuentra SISU, la Universidad de Estudios Extranjeros de Shanghái, alma mater de destacados políticos, diplomáticos, profesores y ejecutivos de empresa.
En este momento, según informaciones proporcionadas por el Instituto Cervantes, que viene ejerciendo desde comienzos de siglo una labor admirable en sus centros de Pekín y Shanghái, se sitúa en torno a los 50.000 el número de ciudadanos chinos que estudian español. La cifra homóloga correspondiente al inglés es abrumadora (varias decenas de millones), lo que da fe de las posibilidades de crecimiento que nuestro idioma tiene, dado su potencial y su condición de segunda lengua del mundo por el número de hablantes nativos, después, precisamente, del chino mandarín.
Esa expansión será posible en gran medida gracias a las disposiciones del nuevo plan curricular del que partimos, todo ello favorecido por la actitud de atenta curiosidad que la sociedad china manifiesta últimamente hacia las comunidades y las culturas que se expresan en español, y el evidente interés estratégico del Gobierno hacia la región de Latinoamérica, lo que no ensombrece su atención a España como cuna del español y miembro de la Unión Europea. Como síntoma de esta consideración puede tomarse la próxima visita de Estado a España del presidente Xi Jinping, que luego seguirá camino hacia Buenos Aires.
La Real Academia Española, cuando tuvo noticia de estas posibilidades abiertas para el español recurrió enseguida a su académico correspondiente Lu Jinseng, catedrático de SISU y presidente de la Comisión nacional para la enseñanza del español en su país, organismo del Ministerio de Educación.
El propósito de la RAE era ofrecer un instrumento totalmente novedoso, inexistente en el caso de las otras lenguas antes mencionadas, para proporcionar a los centros de secundaria y bachillerato toda la documentación pertinente sobre la gramática, la ortografía y el léxico del español mediante una plataforma digital interactiva especialmente pensada para la enseñanza de nuestro idioma como lengua extranjera. Su nombre es Enclave RAE.
Huelga decir que, conforme a la política panhispánica que desde decenios ha hecho suya la Asociación de Academias de la Lengua Española ASALE, lo que se enseñará es el español del todo el mundo, sin que ninguna de sus variantes locales tenga primacía sobre las demás.
Una delegación oficial de SISU visitó la RAE en junio de 2018. Conocieron en detalle Enclave RAE y de ese encuentro surgió la realización de un Simposio internacional de la Enseñanza del español en China que se ha desarrollado los días 19 y 20 de septiembre con asistencia, fundamentalmente, de 130 especialistas y profesores de español en universidades y escuelas secundarias. A tal fin, se desplazó a Shanghái una delegación de académicos y técnicos de la RAE, que a lo largo de una semana, además de participar en el simposio, mantuvieron intensos contactos con las autoridades universitarias y los hispanistas chinos, así como con los representantes diplomáticos y comerciales de la Embajada del Reino de España, con los responsables del Instituto Cervantes y con los medios informativos locales y españoles. Igualmente, se acordaron tres convenios de colaboración entre cuyas estipulaciones se cuenta la creación de un Centro Conjunto de Investigación RAE/SISU. Uno sus objetivos principales será la promoción de la plataforma digital Enclave RAE como herramienta de apoyo didáctico a la implantación de la enseñanza del español en la secundaria y el bachillerato chino y su adaptación, en lo que fuere necesario, a las peculiaridades de su profesorado y alumnado.
Se trata, sin duda, de una operación de máxima importancia, basada en una herramienta de nuevo cuño, concebida además desde el principio conforme a la nueva cultura de los llamados «nativos digitales», con la que España aportará su colaboración en el buen desarrollo y el éxito final del ambicioso nuevo programa curricular que abre en la República Popular China la posibilidad de que millones de escolares preuniversitarios accedan al estudio del español. Este programa sin duda provocará a la vez un considerable aumento de los estudiantes universitarios de Filología española en China, para los que nacerán nuevas ofertas de trabajo, así como también para maestros de lengua procedentes de los países hispanohablantes.