Recado de Arabia a Sánchez
La estación de Yeda, a mitad de camino entre Medina y La Meca, fue el punto de encuentro de los convoyes que, en los dos sentidos del trazado férreo, abrieron ayer la ruta comercial del que fue bautizado como el AVE del Desierto. Siete años después de que la ingeniería española firmase uno de sus mayores contratos, hito de una expansión internacional que sigue adelante, ahora en el sur de Estados Unidos, el Talgo circula y acelera en Arabia Saudí. De momento, a una velocidad de 200 kilómetros por hora, que se irá incrementado en los próximos meses, pero con casi todos los billetes vendidos para los próximos días y mucha expectación entre los peregrinos que viajan a La Meca y Medina.
En la estación de Yeda coincidieron las autoridades árabes y los responsables del proyecto, y fue allí donde el presidente de la Saudi Railways Organization, Rumaih Mohammed Al-Rumaih, pronunció unas palabras que cobran especial significado después de la crisis provocada por las torpes gesticulaciones antimilitaristas del Gobierno, que a punto estuvieron de dar al traste con el contrato de cinco corbetas encargadas a Navantia por Arabia. «En vísperas de la Fiesta Nacional española, arranca el servicio comercial de este gran proyecto. Esperamos que sea un buen presagio de la excelente colaboración entre Arabia Saudí y España», dijo Al-Rumaih a un Ejecutivo que suele coger el tren de la inoportunidad.