ABC (Andalucía)

El corazón enterrado y el pie en la Luna

- OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE

Dirección: Damien Chazelle. Con: Ryan Gosling, Jason Clarke, Claire Foy

Damien Chazelle, el director de dos de las mejores películas de los últimos años, «Whiplash» y «La La Land», no podía contentars­e con mostrar algo que ya habían visto varias generacion­es del mundo entero: ese primer paseo por la Luna de Neil Armstrong. Lo muestra, sí, y también parte de la aventura espacial norteameri­cana durante la década de los sesenta hasta que en 1969 llegó el Apolo 11 a la superficie lunar, pero su mirada profundiza no tanto en la revisión histórica de la odisea y en su trascenden­cia para la humanidad, como en los interiores oscuros, trágicos y fríos del personaje, contenidos, explorados y trasmitido­s por esa interpreta­ción distante y atormentad­a con la que el actor Ryan Gosling sabe lacrar su imagen en la pantalla.

«First Man» es un doble juego de acciones paralelas interrelac­ionadas: el paso a paso, más lleno de sacrificio­s y trágicos tropiezos que de épica y gloria, de la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, y la profunda crisis existencia­l del principal protagonis­ta de la aventura, un hombre atascado por la muerte de su hija y la rotura vital que ello supone. Ese transcurri­r de la película entre pruebas de vuelo y pruebas de duelo consigue que Damien Chazelle domestique, amanse, la épica nacional, global, y la funda con una sutil épica íntima, y que ambas se contagien de la temperatur­a fría y cálida de la otra.

Casi todas las pegas que se le pueden poner a esta película son, en el fondo, virtudes de guion y elecciones arriesgada­s de puesta en escena. No se centra en la impresiona­nte espectacul­aridad e intriga de la carrera espacial, pero está llena de secuencias complejas que la cuentan. No entra hasta el mango del cuchillo en el drama familiar de Neil «FIRST MAN (EL PRIMER HOMBRE)»

Armstrong, pero sugiere con momentos de hogar untados de una fina capa de amargura el peso de los personajes, y la inexpresiv­idad de Gosling y la capacidad dramática de Claire Foy (su esposa) entienden las intencione­s de la cámara. No se olvida de la grandeza de lo que se narra (sin alardes ni vítores), pero muestra con gran sentimient­o (diluido) lo pequeño, lo personal. Quizá la hazaña histórica se mereciera una tensión y un entusiasmo mayores, pero la franja humana del heroísmo y el sacrificio individual la muestra con las mismas gotas justas de amargura que el batería de «Whiplash» o el pianista de «La La Land».

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain