La Guardia Civil resuelve el caso del cádaver del vertedero de Gádor
Detenido en Barajas un mauritano, pareja y proxeneta de la mujer identificada
K.K., el mauritano de 30 años detenido como presunto autor del homicidio de su pareja, cuyo cadáver fue hallado en una planta de reciclaje de Gádor (Almería) por un operario del vertedero el pasado 27 de septiembre, «controlaba todas las relaciones que tenía» la mujer.
Así lo ha trasladado en declaraciones a los medios el capitán José María Zaldive, de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería, quien ha apuntado que la víctima se encontraba en el país de forma «irregular» y en una alta «situación de vulnerabilidad».
«De hecho ella se encontraba muy aislada, no hablaba español, no tenía relaciones sociales y él le controlaba todas las relaciones que tenía», ha explicado Zaldive tras concretar que el ahora detenido presuntamente asfixió a su pareja en el domicilio que ambos compartían en Roquetas de Mar (Almería) y posteriormente tiró su cuerpo a un contenedor de basura.
Como muestra de la situación en la que se encontraba la víctima ha indicado que aunque no se habían ordenado medidas de protección respecto a K.K., había sufrido malos tratos de una pareja anterior, que tenía impuesta una orden de alejamiento.
Ha relatado cómo tras recuperar el cadáver del vertedero de Gádor, fue posible identificar a la mujer «gracias a la propia denuncia del posteriormente detenido, el cual relataba que su pareja había abandonado el domicilio común que mantenían en Roquetas». «Tras poder identificarla y ver las grandes incongruencias que el detenido mantenía en su manifestación, conseguimos varios testigos que desmontaban la coartada que el autor tenía». Posteriormente, los agentes lograron averiguar que el autor pensaba huir a su país en un vuelo aéreo desde Madrid. La detención se produjo cuando intentaba embarcar en el avión.
K.K. pensaba llegar hasta Marruecos y desde allí desplazarse hasta su país. «Además, conseguimos averiguar que en Madrid se había puesto en contacto con su Embajada para conseguir un visado para desplazarse», ha apuntado el capitán.
Ante las sospechas que tenía la Guardia Civil, llamaron varias veces a declarar a K.K., quien «constantemente daba detalles nuevos, que se han podido comprobar como falsos».E l arrestado llegó a comunicar «mientras estaba en Madrid intentando huir en avión», que la fallecida estaba en Murcia y que esa misma tarde él iba a acompañarla hasta dependencias oficiales.
El Instituto Armado asegura además que K.K. ejercía como proxeneta de la víctima: «Aunque negaba y repudiaba que se dedicara a la prostitución, hemos podido demostrar por testificales que él mismo la llevaba hasta los locales en los que ejercía la prostitución, la recogía y que incluso permanecía en los mismos locales mientras la ejercía», ha sostenido Zaldive.
El detenido llegó a confesar durante su arresto en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas que había cometido el crimen, y llegó a decir que lo había hecho por celos.