Policías y guardias civiles piden una fuerza única contra el narco
Denuncian la falta de unos 1.300 agentes, la escasez de recursos y lo antiguo de sus armas
La guerra entre narcos en la Costa del Sol se recrudece. Las mafias ya han pasado al terrorismo como práctica. Dos bombas estallaron el pasado miércoles frente a un domicilio de Benahavís y una empresa de lavado de coches de San Pedro en Marbella. Ambas eran de la misma persona. Por esto, los sindicatos y asociaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado piden la creación de una policía unificada contra estas organizaciones criminales. «Hay que hacer un intento para modificar competencias y luchar contra las mafias con una policía unificada», exige Mariló Valencia del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
Se trata de unificar los grupos especializado en una «unidad que centralice, al menos, la información sobre estas mafias». «Hace falta más coordinación. Hay que tomar como referencia la lucha contra ETA en el País Vasco», remarca Ignacio Carrasco de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Málaga. «Hay una relación clara entre lo que ocurre en el Campo de Gibraltar y lo que vemos en Málaga. No son zonas diferentes. Es toda una misma franja afectada por el narcotráfico por toda la costa andaluza. Este grupo unificado debería actuar ahí», reseña Carrasco.
Una unidad que serviría para combatir la merma de efectivos en los grupos de investigación. «En el caso de la Policía hacen falta unos 1.000 agentes en la provincia de Málaga», apunta Valencia. A esto hay que sumar los casi 300 guardias civiles que contabiliza la AUGC. «En los grupos que combaten estas mafias ha habido quejas por exceso de horas de trabajo, por lo que deducimos que también están cortos de personal», señala Carrasco.
El déficit de personal se nota en las patrullas. «Se dan ocasiones en las que hay patrullas unipersonales. Un agente sale de su puesto y tiene que ir hasta otro cuartel a 30 kilómetros para recoger al compañero», explica el portavoz de la AUGC, quien pide un refuerzo urgente de los grupos de investigación. «Este año el balance es que en toda la provincia de Málaga solo hay un policía nacional más que el año pasado», añade Valencia, quien explica que «hay que sumarle que los grupos especializados también actúan en el Campo de Gibraltar y abandonan la zona.
La falta de agentes se suma a los 1.000 policías sin chaleco antibalas en la Policía Nacional y se recuerda al agente que casi queda parapléjico en Estepona por un disparo de un traficante inglés, que abrió la puerta y al llegar a la habitación abrió fuego hasta que fue abatido.
Chalecos prestados
«Los agentes tienen que estar prestándoselos unos a otros», recuerda la dirigente del SUP, que dice que hay policías que se compran sus propias botas tras seis meses con ellas rotas. «Nuestra mayor potencia de fuego son unos subfusiles Z-70 de los años 70 o un cetme antiguo, que tiene una munición que es peligrosa para la población porque los rebotes pueden ocasionar daños colaterales», subraya Carrasco.
Los robos de droga y los vacíos de poder por las detenciones de capos en el Campo de Gibraltar han disparado los ajustes de cuentas. El crimen organizado se combate, según SUP, con vehículos viejos que «dejan tiradas a las patrullas». Los sindicatos y asociaciones denuncian que los medios técnicos «están obsoletos» y los grupos muy mermados. «En una investigación de 6 a 8 meses, si hay que hacer seguimientos, por ejemplo, los agentes no tienen derecho ni a una dieta básica», explica Valencia, quien explica el caso de una unidad que ha llegado a comprar un disco duro con un bote entre los agentes para almacenar datos de las investigaciones.
La situación lleva, según los expertos, a que en situaciones como la del último secuestro de un narco en plena calle de Estepona no hubiera ni una patrulla cerca de donde se produjo el brutal suceso. «Y eso que estamos en alerta antiterrorista cuatro», lamenta Ignacio Carrasco. Dos horas más tarde, el hombre apareció muerto en Algeciras en el penúltimo ajuste de cuentas mortal que se produce en la Costa del Sol.
Penurias Los sindicatos policiales se quejan de que hasta han tenido que hacer bote para comprar un disco duro