Es más rentable traficar con personas
No solo se ha relajado Marruecos –que también– en el auge de las pateras hacia España. La principal novedad en esta nueva y multitudinaria etapa de llegada de inmigrantes por el Estrecho y el mar de Alborán es la transformación de la «industria» del tráfico de personas.
Los hasta hoy narcotraficantes han sufrido y sentido el aliento de la Policía y la Guardia Civil. Los narcos de los grandes alijos desde América saben que son muchas las posibilidades de caer en la ruta canaria. Incluso los precios en el mercado del hachís y la marihuana están haciendo menos rentable el negocio.
A partir de ahí, los narcos optan por traficar con seres humanos. Empleando las mismas lanchas, con menos riesgo, subcontratando a los pilotos gallegos y realizando tantas cargas y descargas como dé abasto el combustible.
Uno de estos miserables era El Rubio. La Policía Nacional lo ha detenido en Ceuta, junto a los máximos responsables de una red que introducía ciudadanos argelinos en la Península utilizando narcolanchas. Es –o era– uno de los principales delincuentes residentes en la barriada de El Príncipe.
El Rubio, de cuarenta años, está considerado como el número dos de El Príncipe. Se encontraba en los escalones más altos de la red de tráfico de personas, aunque no mantenía contacto directo con los inmigrantes ni con las embarcaciones. Con cada trayecto, el patrón puede recaudar 30.000 euros. Cada inmigrante llega a pagar hasta 2.000 euros, con alojamiento incluido durante la espera, hasta poder emprender el salto a España.
PD: Las cifras gritan por sí solas:
—España es la puerta de entrada del 45,58 por ciento de la inmigración por vía marítima de toda la UE.
—Hasta mayo, cada día se localizaron en el mar 54 personas de promedio. Desde entonces a hoy se rescatan 242 diarias.
—Sólo el pasado fin de semana, 1.181 personas fueron rescatadas en aguas españolas, en más de 30 pateras.
—Entre este jueves y el viernes se recuperaron más de mil personas en el Estrecho y el mar de Alborán. Junto a tres cadáveres. Se sigue buscando a otros dieciocho inmigrantes que iban con los muertos.