«Queremos que esto termine como sea y cerrar este capítulo trágico»
La familia del niño desaparecido en Sant Llorenç por la riada sigue atenta la búsqueda
La familia del niño desaparecido en Sant Llorenç, el pueblo de Mallorca arrasado por el agua, sigue en estado de shock. Así lo cuenta un allegado de la familia que los acompaña en el tanatorio, donde ayer velaban a la madre del pequeño, Joana Literas, que se encontraba con Artur y su otra hija (a la que consiguió salvar) cuando el agua arrasó todo a su paso. «Quieren que aparezca el cuerpo, saben que no está con vida pero esperan que lo encuentren para poder cerrar este capítulo tan trágico. Quieren que esto termine como sea», cuenta un amigo de la familia.
Si bien les queda algo de esperanza, dan por hecho que las posibilidades de que el pequeño Artur, de 5 años, esté vivo, son ínfimas. El padre, que ayer pidió estar a solas para velar a su mujer, solicita información de forma permanente sobre el trabajo de los equipos de búsqueda y tanto él como la familia intentan colaborar en las labores.
Mientras los equipos siguen buscando al niño, fue un voluntario del dispositivo quien a primera hora de la tarde encontró en la zona costera de Cala Morlanda una segunda mochila procedente del vehículo en el que viajaba la familia. Era la de Artur, porque pese a que Joan Pol, el director del operativo de búsqueda, dijo que la mochila que se encontró el pasado jueves era del menor, en realidad era la de su hermana.
Unos 200 efectivos de la Guardia
AVANCES
Ayer hallaron la mochila de Artur en la zona costera de Cala Morlanda
De hecho, la búsqueda de amplió ayer al mar. Segun informó Efe, la consejera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, anunció que hay embarcaciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Civil y Salvamento Marítimo rastreando el área marina frente a S’lllot, hasta siete millas mar adentro. La mejora de las condiciones climatológicas de estos últimos días puede resultar decisiva para facilitar que pueda ser localizado Artur.
Por su parte, el municipio mallorquín de Sant Llorenç va recuperando poco a poco la normalidad. El lodo y los escombros han sido retirados ya prácticamente por completo de las calles. En la jornada de ayer muchos de los voluntarios que se desplazaron hasta el pueblo eran fontaneros y electricistas, cuya prioridad era contribuir al progresivo restablecimiento del suministro de agua y de luz en la zona. El miércoles está prevista una misa funeral por las víctimas.