Sin centrales y con Piqué en Shanghái
El defensa, en muy baja forma, viaja hasta China para agitar su negocio tenístico
Once goles recibidos en los últimos ocho partidos es una cifra demoledora que sirve para explicar los cuatro tropiezos consecutivos en Liga del Barcelona y las preocupaciones del entorno en un inicio de temporada cuyo objetivo es la Champions League. Un problema en defensa que mantiene a Ernesto Valverde en vilo y que se ha agravado en las últimas horas con la lesión muscular de Vermaelen, que se une en la enfermería a Umtiti, y que podría obligar al técnico a tener que afrontar los tres próximos partidos del durísimo calendario que se avecina (Sevilla, Inter y Real Madrid) solamente con Piqué y Lenglet.
En condiciones normales, debería ser un eje central solvente y de garantías, pero este primer tramo de curso ha dejado patente las dudas existentes sobre el francés (Valverde le dejó en el banquillo ante el Valencia) y las lagunas de concentración de Piqué, más centrado en sus negocios tenísticos que en liderar la zaga. Precisamente, ha aprovechado los cuatro días de fiesta que el técnico le dio a la plantilla para marcharse a Shanghái e impulsar su proyecto de Copa Davis. Si uno de los motivos por los que renunció a la selección era para poder centrarse en el Barça, este parón liguero le ha dejado en evidencia.
Ayer mismo estuvo reunido con Novak Djokovic, que se sentó con el futbolista como presidente de los jugadores que es. El central está tratando de obtener el consenso de las grandes estrellas, como el serbio Alexander Zverev o Roger Federer, quienes se han mostrado reacios a la fórmula que se quiere imponer y que han dejado su participación en el aire. Es más, se baraja la posibilidad de que la Copa Davis se traslade al mes de septiembre en lugar de noviembre (en 2019 ya es imposible porque está cerrado el calendario) para poder contar con la presencia de las grandes estrellas de cada país, que es lo que daría empaque a la competición. Piqué, tras sus gestiones en las instalaciones del Qi Zong chino, estará el miércoles en Madrid para reunirse con las autoridades y presentar el torneo, rodeado de la flor y nata de la sociedad madrileña.
Críticas generalizadas
Preocupa en la Ciudad Condal la disipación del central azulgrana y su bajo rendimiento en los últimos partidos, en los que ha salido retratado en los goles encajados. En el empate ante el Girona (2-2), la derrota en Butarque ante el Leganés (2-1) o el gol inicial del Valencia (1-1), tuvo una incidencia directa que provocó una serie de críticas que no encajó demasiado bien. «Yo me siento bien físicamente, es cierto que el día del Leganés cometí un error muy grave. Hay mucha gente que me espera y me tiene ganas y siempre que encajamos un gol la culpa es de Piqué. En Madrid y en Barcelona. Como soy crítico con los medios, me esperan. Que aprovechen en las teles, que salgan de la cueva y que les toque el sol porque esto va a cambiar», se lamentó tras las tablas cosechadas en Mestalla. No obstante, la objetividad de los medios catalanes ha acabado imponiéndose también cuando analizan el rendimiento del central, al que le achacan estar más pendiente de sus negocios o de cuestiones extradeportivas que de concentrarse en los compromisos del club.
A pesar de ello, es uno de los jugadores fijos para Valverde y el único, junto con Ter Stegen, que ha disputado todos los minutos posibles, los once encuentros completos. Seguirá sin tener descanso tras las lesiones de Umtiti, que sigue un proceso conservador para solucionar sus problemas en la rodilla izquierda, pero sin haber descartado definitivamente la opción del quirófano, y el nuevo contratiempo muscular de Thomas Vermaelen, que tuvo que retirarse del campo tras sentir un pinchazo en el muslo durante la disputa del Bélgica-Suiza de este pasado viernes.