Sánchez saca pecho del pacto para Gibraltar y rechaza renegociarlo
∑ El presidente del Gobierno defiende el acuerdo del Brexit como el único posible
No cabe esperar el cambio ni de una coma. El acuerdo suscrito para Gibraltar entre la Unión Europea e Inglaterra es definitivo y el Gobierno español no buscará ni su mejora ni su renegociación futura. «No cabe hacer ningún tipo de renegociación», zanjó categórico el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante el Congreso para explicar los pormenores del pacto alcanzado. Más aún, advirtió tanto al Partido Popular como a Ciudadanos de que se equivocan al criticar la letra del acuerdo y les impidió a admitir su error. «Reconozcan el acierto del Gobierno de España, aunque sea por una vez» instó a los presidentes del PP, Pablo Casado, y Ciudadanos, Albert Rivera, mientras estos dirigían gestos de incredulidad desde sus escaños. Sánchez, en esta línea, sacó pecho de la negociación realizada por su equipo y defendió que los objetivos que se había marcado inicialmente se han alcanzado «con creces».
En cuanto a las cuestiones relacionadas con la soberanía, el jefe del Ejecutivo hizo hincapié en que ningún acuerdo impide a España mantener esta reivindicación y que, en esta ocasión, la prioridad era limitar las inseguridades jurídicas y los efectos negativos que el Brexit podría acarrear para los ciudadanos de ambos territorios. Siguiendo este hilo, Sánchez aseguró que el pacto está blindado incluso ante un rechazo del parlamento británico y que su Gobierno ha tomado todas las medidas necesarias para que la salida de Inglaterra de la Unión Europea tenga el menor impacto posible para España.
«Pérdida sin precedentes»
Pese a esta defensa ardiente del acuerdo y la negociación, Sánchez no pudo convencer ni a Casado ni a Rivera que insistieron en poner en duda que el texto firmado otorgue a España la última palabra sobre cualquier acuerdo futuro entre la Unión Europea e Inglaterra sobre Gibraltar.
El presidente del PP dibujó ayer el acuerdo de «rotundo fracaso». Los populares insisten desde el primer día en que las cartas que esgrime Sánchez, firmadas por los presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea, «no sirven de nada» porque no tienen validez jurídica. «Una pérdida sin precedentes», insistió Casado, que criticó que en el Tratado de retirada sigue sin aparecer ninguna referencia a la potestad que España tendría sobre futuras decisiones en torno al Peñón. «Era una oportunidad histórica para Gibraltar, pero usted estaba en Cuba agasajando a un dictador mientras se negociaba el futuro del Brexit», zanjó el presidente de los populares.
En la misma línea, Rivera acusó a Sánchez de desaprovechar una «oportunidad única» porque, a su juicio, Inglaterra estaba ante una «encrucijada» y en lugar de aprovecharlo, España ha terminado encajando «un gol por la escuadra». Y todo ello, cree el presidente de Ciudadanos, porque Sánchez no estaba donde debía –en Bruselas negociando– sino buscando en Cuba «la foto con una dictadura». «Quiero un presidente que, si hay que pelear por una cuestión histórica, coja el avión para venir a Bruselas no para ir a la boda de un cuñado», continuó atacado Rivera, cuestionando de nuevo el uso que el presidente realiza de las aeronaves oficiales.
Al principal socio del Gobierno, Podemos, tampoco le entusiasmó el discurso de Sánchez. Pablo Iglesias denunció que el pacto no defiende los intereses de los trabajadores del Campo de Gibraltar. «Nos parece insuficiente», expresó. El líder de Podemos, además, acusó al presidente del Gobierno de no tener la misma firmeza para lograr los apoyos a los Presupuestos que tuvo para el acuerdo del Peñon. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su intervención ayer en el Congreso