May supera la moción de confianza, pero renuncia a volver a liderar el partido
∑La «premier» consiguió 200 votos, aunque tuvo 117 en contra, algo más de un tercio de los «tories», un duro castigo para su gestión del Brexit
Theresa May salvó ayer el obstáculo más grande al que se ha enfrentado en los 17 meses que lleva al frente del Gobierno británico. Su futuro estaba en manos de sus compañeros de partido y consiguió salir adelante tras ganar la moción de confianza presentada por 48 rebeldes «tories» que amenazaba con despojarla tanto del liderazgo conservador como de su cargo de primera ministra británica. La «premier» derrotó por 200 votos a favor, y 117 en contra, a sus críticos tras tener que someterse a este juicio obligatorio que demostró lo dividido que se encuentra en estos momentos su partido. A pesar de esta pírrica victoria –algo más de un tercio de su partido le ha demostrado que no confía en ella–, May sale debilitada de este proceso que ha vuelto a mostrar las fisuras de su plan de Gobierno para salir de la Unión Europea. La mayoría de los parlamentarios sigue rechazándolo.
Dejar el liderazgo
May tuvo que inmolarse en la reunión previa a la votación con sus correligionarios para poder ganar la moción y sacar adelante el Brexit. La primera ministra prometió, según algunos de los presentes allí, apartarse antes de 2022 y «no liderar el partido en las próximas elecciones generales» previstas para ese año. Hubo también, acorde a la Prensa británica, una concesión por parte de la «premier» de dejar su puesto cuando culmine el periodo de transición del Brexit, en diciembre de 2020 ante la petición de muchos de sus críticos para que se eche a un lado.
El proceso de salida de Reino Unido de la UE ha dinamitado a los «tories» y la única manera de hacer caer a May era mediante este sistema implantado en 1998 por el que entonces era líder de la oposición y cabecilla de los conservadores en la Cámara de los Comunes, William Hague. Ni así han conseguido los más euroescépticos «tories», con su desafío, tumbar a una May que al menos recupera un poco de oxígeno, inesperadamente, que le permitirá no tener que lidiar con otra moción de este tipo por parte de sus correligionarios al menos en un año.
Las 48 cartas
No podía comenzar peor para May el día en el que vio más cerca peligrar su puesto en el 10 de Downing Street. El presidente del Comité 1922 Graham Brady, anunciaba a primera hora de la mañana que había recibido las 48 cartas de otros tantos diputados conservadores para activar la moción de confianza que amenazaba el liderazgo de la «premier». May, como gato panza arriba, tardaba apenas unos minutos en dar la cara tras conocerse el anuncio. Se aferraba al puesto y aseguraba que se encontraba «firme», «dispuesta» y «preparada» para aguantar y que lucharía con todas sus fuerzas para afrontar la votación.
En una breve declaración a primera hora de la mañana a las puertas del 10 de Downing Street, la primera ministra volvía a mostrar su resiliencia en los peores momentos y su lucha constante ante las adversidades que se le han ido presentando en los últimos meses en forma de desafíos. Este