El ataque junto al mercado navideño confirma el «atractivo» de los símbolos cristianos para los yihadistas
firma una inquietante realidad: vuelve a confirmarse que los símbolos religiosos y los mercadillos navideños son blancos privilegiados de los asesinos islamistas.
En el caso de Estrasburgo, esa nueva «tradición» emergente se confirma de manera espectacular. La catedral de Estraburgo en uno de los monumentos más emblemáticos de la historia religiosa, cristiana, de toda Europa. Y en los mercadillos de Navidad se confunden la simbología religiosa y popular, con una presencia humana potencialmente «atractiva» para los asesinos. Millares de soldados y gendarmes han sido movilizados en toda Francia, para intentar proteger centenares de mercadillos navideños potencialmente amenazados
Un día después del gran discurso de Emmanuel Macron, intentando apagar el incendio de los chalecos amarillos, la matanza del martes provocó una ola de estupor e inquietud nacional. La opinión pública apoya masivamente a las fuerzas de seguridad del Estado. Pero la confusión política y social confiere a la nueva crisis matices inquietantes.
Mientras varios centenares de soldados y gendarmes intentaban descubrir la pista del asesino, las redes sociales comenzaron a lanzar rumores y siniestras intoxicaciones, intentando hacer creer que la matanza podría ser un «montaje» de Macron para intentar desactivar la crisis de los chalecos amarillos.