Cataluña se hunde en el último puesto de la competitividad fiscal en España
∑País Vasco y Madrid lideran el ranking mientras que Extremadura y Andalucía fueron las que más puestos ganaron por sus bajadas de impuestos
La competitividad fiscal no es una guerra exclusiva de los países en plena globalización para tratar de atraer inversiones y empresas, sino que imbuye a las propias comunidades autónomas que tratan de fijar regímenes más o menos atractivos dentro de las posibilidades de sus presupuestos. Un pulso que en los últimos años, con la reforma de la financiación autonómica en discusión, ha saltado a la arena política española y ha fijado fronteras entre regiones que se miran de reojo. País Vasco y Madrid se erigen como las comunidades más atractivas a la vista de su bajo nivel de impuestos, según el Índice de Competitividad Fiscal de 2018, elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad en colaboración con la Unión de Contribuyentes, que arroja que Cataluña sustituye a Extremadura como la región menos competitiva de España a tenor de sus impuestos y es la única que suspende en su puntuación.
«Hay que preocuparse más de que una empresa de Zaragoza, Pam- plona o Barcelona se traslade a Madrid o a
Palma de Mallorca que de España a Polonia», describe la economista Cristina Berechet, autora del documento.
El informe mide el nivel de tributación en IRPF, Sucesiones, Patrimonio, Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales, hidrocarburos e impuestos propios de cada región y otorga una puntuación. Con estos datos, la diputación foral de Vizcaya, la de Álava, Madrid y Guipúzcoa son las cuatro regiones con mayor competitividad fiscal, al igual que en 2017, con una nota entorno al 7. Como en País Vasco y Navarra las diputaciones tienen sus propias competencias tributarias, unas descollan frente a otras aunque las tres, junto a Madrid y La Rioja, conforman el ranking de las cinco regiones más atractivas para invertir. A estas comunidades le siguen Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cantabria.
Las comunidades con menor competitividad fiscal, así, son Cataluña, Aragón, Asturias, Comunidad Valenciana y Extremadura. Precisamente, si bien esta última es la quinta con impuestos más altos, también es la que más puestos mejora en el ranking, cuatro, debido a las bajadas de Impuestos en Sucesiones e IRPF aprobadas para este año.
Algo parecido ocurre con Andalucía y Murcia, que mejoran tres y dos puestos respectivamente por la reducción de Sucesiones que exigió Ciudadanos a los gobiernos de PSOE y PP este año. De hecho, Andalucía ha pasado a ser la segunda comunidad con el impuesto a las herencias más alto a la que lo tiene más bajo de toda España, desbancando a Canarias y seguida de Madrid.
Las diferencias de tributación se trasladan a la política, ya que las comunidades de régimen común han denunciado Hacienda ante la próxima reforma de la financiación el trato fiscal «privilegiado» de País Vasco y Navarra por sus regímenes especiales, mientras que algunas socialistas como Andalucía acusaron a Madrid de «dumping fiscal» por sus bajos impuestos en la última Conferencia de Presidentes.
La presión popular también juega un papel en el nivel de impuestos. Extremadura ha pasado a ser la cuarta región con Sucesiones más bajo y Murcia, la quinta, lo que se explica por la carga de la opinión pública contra este impuesto, que ha llevado a varios gobiernos a bajarlo ante la proximidad de las elecciones. Aragón, Asturias y Puesto en 2018 (entre paréntesis, variación frente al año anterior) Asturias 17 Castilla-La Mancha Galicia Murcia Cantabria Andalucía Cataluña Extremadura Cantabria 9
Vizcaya* 1
Álava* 2
Guipúzcoa* 4